Arquitectura, pintura y vino: El trípode perfecto.
Las bellas artes y la viticultura son dos disciplinas emparentadas. Por su respeto a una tradición, por su valor cultural, por su significado apegado a lo que conocemos. Por eso, porque tienen algo que ver con nuestra identidad, iniciativas como la exposición del pintor José Manuel Ciria en Bodegas Portia tienen todo el sentido del mundo.
Vinos de calidad, el poder de una arquitectura poderosa y las fantasías pictóricas de un gran artista nos llevan a un mundo de emociones. Nacido en Manchester hace 63 años, José Manuel Ciria propone un arte intenso, expresivo y que no deja indiferente a nadie.
Estamos en un invernadero de emociones. Tipologías y Paradigmas, la exposición que se exhibe hasta finales de año en las bodegas Portia, propiedad de la Familia Martínez Zabala, muestra en toda su magnitud la cosmovisión de un creador diferente.
El mismo pintor reconoce que la presente exposición es de las iniciativas más ambiciosas que ha afrontado. En lo que respecta a la familia de viticultores, no es la primera ni será la última iniciativa relacionada con el arte que afronten.
Comisionada por los galeristas María Porto y David Bardía, la exposición se compone de 36 obras que representan la unión entre vino y pintura. Un diálogo entre ambas disciplinas, la viticultura y las artes que en realidad resulta de una lógica aplastante. Se trata de una exposición en la que lo espontáneo y expresivo prima sobre todo lo demás con obras que coquetean con el expresionismo abstracto y lo conceptual.
La exposición fue inaugurada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado de variadas personalidades vinculadas al mundo del vino y del arte. Todo ello en un escenario a la altura, en un entorno diseñado por el estudio Foster+Partners que suma al conjunto un plus de elegancia y diseño. El espacio de la bodega es, al fin y al cabo, ideal para acoger obras de gran formato con las de Ciria, decorando la estructura de hormigón y pendiendo sobre las barricas que contienen los vinos de Bodegas Martínez Zabala.
El resultado de la fusión de la obra de este pintor contemporáneo y la obra de Foster es tan orgánico y natural que una cosa parece prolongación de la otra. El mismísimo Norman Foster ha seleccionado personalmente el proyecto y la maqueta de la presente bodega entre sus obras más representativas y están, a su vez, expuestas en la retrospectiva dedicada a su obra en el Centro Pompidou de París.