Elena Guerra es licenciada en Publicidad y consultora de comunicación. Desde hace algunos años crea contenidos para marcas en Instagram, además de acompañarlas y asesorarlas en sus procesos creativos, de branding, fotografía social, copywriting, marketing de influencia.
Tiene su propio perfil personal @micasaencualquierparte en el que da rienda suelta a su creatividad y todo lo que le inspira: libros, cine, moda, música, arte, gastronomía, viajes y, por supuesto, sus disfraces con los que ha conseguido hacer reír a una comunidad de más de 44.000 seguidores.
¿Cómo puedes definir tu trabajo en Instagram?
Hay dos objetivos que guían mi trabajo en Instagram tanto para las marcas para las que trabajo como para mis propios contenidos: comunicar (ya sea con palabras, imágenes o música) y compartir.
Y siempre con una voz propia, sin tratar de emular o parecerme a nadie. Encontrar una voz propia que comunique con autenticidad y honestidad es fundamental para destacar en unas redes saturadas de mensajes y contenidos.
¿Creatividad o Sistema a la hora de trabajar?
Ambos. Aunque emplee el humor y la cotidianidad para conectar con mi comunidad y parezca que hay mucho de improvisación, la realidad es que hay mucho trabajo detrás. Y cuando es para una marca, más.
Empleo mucho tiempo en documentarme y conocerla bien para tratar de comunicarla de la mejor manera posible. Disfruto mucho cuando las marcas me dan libertad para crear las historias y los mensajes alrededor de sus productos.
¿Cuáles son tus lugares favoritos de La Rioja y la Rioja Alavesa para pasar un fin de semana?
Estoy muy vinculada a Haro. Mi padre es de allí y tengo mucha familia y amigos, así que voy regularmente. Y por supuesto no me pierdo ni un verano. Me encanta ir también en otoño: el paisaje de las viñas y sus colores después de la vendimia es un espectáculo.
También visito mucho Laguardia y Sajazarra. Siempre que vienen amigos a visitarnos los llevamos allí. De ellos me encanta el valor que sus vecinos le dan a su patrimonio y cultura. Da gusto.
¿Algunos caprichos gastronómicos?
Siempre que voy a La Rioja me entrego a la casquería, jajajaja. La asadurilla y los embuchados nunca faltan. Y me vuelven loca las delgadillas, que solo como allí. Viven sus horas más bajas, pero las cabecillas de cordero de Terete https://terete.es/ también me apasionan. Ah, y picante, mucho picante. Para compensar esta dieta te diré que cuando voy también hago acopio de productos de huerta: tomates, pimientos, pepinos, guindillas…
¿Como podrías definir el logo de Bodegas Faustino (uso del arte como reclamo de una etiqueta?
En mi familia somos grandes amantes del arte. Mi padre siempre ha sido un apasionado y una de mis hermanas es historiadora del arte así que qué te voy a decir: elegir a Rembrandt como compañero de viaje me parece todo un acierto.
¿Es importante el vino y su cultura en su vida cotidiana?
Tengo mucha relación con el mundo del vino, no solo porque me encante beberlo, sino porque además tengo muchos amigos que de una forma u otra se dedican a él, en campo, en bodega, en comercialización o en todo el proceso. Me encanta oírles hablar, te contagian su pasión y desde luego me parece la mejor toma a tierra del mundo.
¿Un vino para un picnic en el campo?
Este verano hicimos un picnic con una ensalada de tomata riojana, nectarina, mozzarella y albahaca que es muy fácil de hacer y está riquísima. La acompañamos de un Campillo Rosé fresquito que entra de maravilla. Y si es en porrón, más.
¿Un vino para salir de vinos por Bilbao?
Me encanta salir de vinos y pinchos, lo que en Bilbao llamamos “poteo”. A veces tomo vino blanco, pero casi siempre me decanto por crianzas tintos. En los bares de mi ruta habitual no falta el Campillo Crianza, así que genial. Es difícil elegir un solo pincho de toda la oferta bilbaína, pero si tengo que elegir me quedo con el gratinado de txangurro de El Globo.
¿Un vino para una cena romántica?
Para una cena romántica nada como un tinto reserva, un Faustino I o un Raro de Bodegas Campillo, que descubrí hace poco y marida fenomenal con el bacalao que cocina como los ángeles mi amigo Ricardo Pérez del Restaurante Yandiola.
