De vinos por Laguardia

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De vinos por Laguardia

Laguardia: Un pueblo para  disfrutar del tiempo.

Poco a poco Laguardia se está convirtiendo en uno de los pueblos favoritos de los viajeros que recorren el norte de la Península. Paisajes de ensueño, historia, posibilidad de actividades al aire libre, tesoros de arte, alojamientos con encanto… Y, por supuesto, la mejor combinación de gastronomía y vino, una alianza que aquí alcanza una cima indiscutible.

No faltan buenas mesas en las que darse un homenaje al pasar por Laguardia. Aquí aportamos una pequeña muestra de la excelente oferta de comida y bebida que se disfruta en esta hermosa población de Rioja alavesa.


Villa LuciaLaguardia, Villa Lucía. Pº de San Raimundo, 15. Laguardia. Tlf: 945 600 560

En Villa Lucía encontramos de todo, y todo bueno. Es un pequeño universo formado alrededor del vino, en el que se aprende, se vive y se disfruta de la bebida con más historia del mundo. Un museo, la mejor arquitectura popular, lugar de encuentro para congresos y celebraciones, cata de uvas, paseos por los viñedos, tratamientos de spa y vinoterapia, todo es posible en este centro temático espectacular.

Y, por supuesto, donde se prueban los mejores vinos de la zona, ya sea en catas o, como debe ser, con una buena comida. Un lugar especial en el que hasta es posible casarse y, por supuesto, celebrar el mejor banquete acompañado de los mejores vinos, y alojarse en el hotel. ¿Quién da más?


AmelibiaLaguardia, Restaurante Amelibia. La Barbacana Errepidea, 14. Laguardia. Tlf: 945 621 207

El Amelibia es uno de esos restaurantes a los que acuden los visitantes de Laguardia pero también, y continuamente, los propios vecinos de la zona, encantados con su carta y, cada vez más, con el menú del día que ofrecen entresemana. Buenas verduras, pasta, carnes y pescados se combinan para crear una oferta satisfactoria y suficientemente consistente, acompañado todo, siempre, con los buenos vinos de los alrededores.

Y todo a precios que no dejan temblando la cartera. Los viñedos rodean el restaurante. Sólo sirven almuerzos, salvo viernes y sábados, cuando también se puede cenar.


Doña BlancaLaguardia, Doña Blanca. Pº. Sancho Abarca Ibilbidea, 4. Laguardia. Tlf: 945 600 891

Una curiosa mezcla de decoración moderna pero repleta de detalles tradicionales, muchos de ellos relacionados con el mundo del vino, es la primera impresión que se recibe al entrar en Doña Blanca. Luego viene lo más importante, un verdadero festival gastronómico, ya sea a base de picoteo, sartenes o con platos más tradicionales.

Difícil resistirse, para empezar, a unos espárragos de Navarra con mayonesa de hongos, a una ensalada de codorniz escabechada o a una sartén de jamón ibérico y trufa antes de enfrentarse a  unas albóndigas caseras con salsa de trufa y foie o a un conejo estofado con vieiras y germinados.


La Huerta ViejaLaguardia, La Huerta Vieja. La Hoya Bidea, s/n. Laguardia. Tlf: 945 600 203

El nombre lo dice todo: el local la Huerta Vieja se encuentra situado en lo que fue una antigua huerta de la que heredó, además del título, la querencia por los buenos productos de la tierra. Es otro de esos espacios polivalentes de Laguardia, en donde lo mismo se puede celebrar una boda por todo lo alto que organizar una comida de empresa o acudir a tomar un menú del día, donde uno puede darse un pequeño homenaje por un precio que parece ya del pasado.

La calidad no tiene por qué ser cara si lo que importa es trabajar con cariño los ingredientes. Esa mezcla de elementos de la cocina vasca y riojana que se da en esta tierra, alcanza aquí una de sus mejores aportaciones.


Héctor OribeLaguardia, Héctor Oribe. Cl. Gastéiz, 8. Páganos. Laguardia. Tlf: 945 600 715

En Páganos, una pequeña población a un par de kilómetros de Laguardia, y con buenas vistas a las montañas y los viñedos, surge este restaurante ubicado en un edificio que es una reinterpretación de un tradicional caserío. Estilo rústico pero confortable y en donde priman los ingredientes de primera, tanto en la comida como en los vinos, Héctor Oribe es el lugar para probar esas recetas tradicionales pero con un toque actual, una reinterpretación que le ha valido el reconocimiento de la crítica y el público.

El lugar siempre ha sido famoso por el rabo de toro, pero las cocochas de bacalao o el pichón con risotto merecen una oportunidad. El servicio y la bodega están a la altura de restaurantes mucho más caros.