Reposteria caliente con vino

//Reposteria caliente con vino

Reposteria caliente con vino

El arte del postre… y apurar la copa.

El invierno se va acercando y las temperaturas nos invitan a hacer vida más dentro que fuera de casa. Las tardes se acortan y lo que apetece es un buen plan casero. Y qué mejor para combatir el frío que la combinación perfecta: una buena compañía, un vinito y repostería bien caliente que nos entone el cuerpo. Sí, vino, porque aunque parezca que no son los compañeros de viaje perfectos, un buen vino siempre puede realzar los sabores de un postre.

La clave para dar con el vino adecuado para los dulces es el saber proporcionar la cantidad de azúcar que hay en el vino o en el dulce. Esta es nuestra elección de repostería caliente para maridar con vino este otoño… o este invierno. Estos placeres también están permitidos en primavera o verano…. Es decir, siempre.


Reposteria caliente y vino, Sopa chocolate caliente

SOPA CALIENTE DE CHOCOLATE NEGRO Y EL CABERNET SAUVIGNON

Así de primeras puede parecer que el vino tinto no marida bien con el chocolate, pero no es así. Cuanto más negro y puro es el chocolate más potencia el sabor de vinos de variedades como el tempranillo, merlot o cabernet  sauvignon.  Un Campillo Reserva Selecta puede ayudar  a destruir muchos mitos.

Pierre Gagnaire, el famoso chef francés y uno de los precursores de la gastronomía molecular es un firme defensor de este delicioso plato que como dirían las abuelas en días de frío «resucita a un muerto».

Maneras de prepararlo hay muchas, pero nosotros nos quedamos con la de este reputado cocinero, que juega con las texturas y la yuxtaposición de sabores. Un agua de chocolate en cubitos de gelatina, una crema y un crumble de avellanas para adornar y darle el toque crujiente. La mezcla es espectacular, y para los más arriesgados, un puntito de jengibre para alegrar el metabolismo.


Reposteria caliente y vino, tarta manzana fina caliente

TARTA DE MANZANA FINA CALIENTE Y LOS ESPUMOSOS

Tartas de manzana hay casi una por cada cocinero que se precie, tipo bizcocho, rellenas de crema, la tatin, e incluso la del oso Yogui… y todas ellas maridan estupendamente con los espumosos y los tintos jóvenes.

En realidad cualquier tarta se puede acompañar de un espumoso seco que limpie y refresque el paladar, pero si es de manzana, la combinación encaja mejor, y es que la uva y la manzana tienen una buena relación. Una botella de Cava Faustino Brut Reserva es una buena solución…

De entre todos los tipos de tartas de manzana, la tarta de manzana fina es una de las favoritas entre los chefs más reputados. Martín Berasategui la tiene ya entre uno de sus clásicos, y el televisivo Gordon Ramsay en cuanto puede la incluye en las cartas de sus restaurantes rescatados de la pesadilla.

El truco para que sea un dulce perfecto, la cantidad de mantequilla que lleve el hojaldre y un ligero golpe de canela en las manzanas. Para acompañarla, además por supuesto de un espumoso, podemos ponerle una bola de helado de vainilla, una quenelle de nata o salsa de caramelo para los más golosos.


Reposteria caliente y vino, torrijas

TORRIJAS DE LA ABUELA Y UN SHERRY

Una combinación que la podíamos catalogar de country-chic. El toque rural se lo da la torrija, la de toda la vida, de vino o de leche, a elegir. En este caso, para no abusar mucho del vino, preferimos unas torrijas de leche, con su toque de limón, canela y ligeramente dulces.

Y además para acabar con la leyenda urbana de la que nos querían convencer nuestras madres para que no se las robásemos mientras las hacían, si la torrija se come caliente NO PASA NADA, al contrario, la textura es más suave y esponjosa. Un sherry, un oporto o incluso un amontillado son el compañero ideal para este dulce tan humilde como delicioso.  Una botella de Toro Albalá,  Don PX cosecha puede ser perfecto.


Reposteria caliente y vino, cupcakes

CUPCAKES Y LOS BLANCOS AROMÁTICOS

Tarde de domingo, unas amigas y mucha conversación… ¿Qué llevamos a la reunión? Aunque ya haya pasado el boom, unos cupcakes con muchos colorines serán un acierto. Y es que muchos dicen que los cupcakes son magdalenas con sombrero, pero la realidad no es así. Solo se parecen en el papel.

La textura, la masa, la mantequilla en lugar del aceite y el frosting que llevan encima son las que las hacen totalmente diferentes a unas de las otras. Y así como unas magdalenas de huevo y aceite están hechas para tomar con un vino dulce, los cupcakes pueden ir perfectamente con vinos blancos aromáticos y no muy secos.

Por ejemplo unos cupcakes con frosting de limón pueden combinar con un verdejo bien fresco. Uno de pastel de zanahoria con crema de queso marida con los chardonnays… y es que el mundo de los cupcakes no tiene límite. Fortius Blanco Chardonnay  es una solución perfecta para estas situaciones… Los sabores acaban donde acabe la creatividad del repostero. Ahora es cuestión de ir probándolos con las distintas variedades de blancos y ver cual combina mejor. Un buen plan para una tarde de chicas.