Maridaje de mis bocadillos

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Maridaje de mis bocadillos

Un cambio de calidad que  apuesta por novedades

 

Todo es susceptible de meterse entre dos panes,  ya lo decía el gran chef Anthony Bourdain. Los bocadillos son las grandes soluciones a las pocas ganas que tenemos de cocinar en verano.

Bocadillos, sándwiches y demás bocados que se puedan comer con la mano siempre nos llevan a pensar en comida rápida, pero nada más lejos de la realidad. Un bocadillo puede ser puro placer, y si no, a las pruebas me remito.

Los detalles marcan la diferencia. La base fundamental para diferenciar un bocadillo del montón o uno exquisito dependerá siempre de elegir un buen pan, fundamental, con el crujiente justo y perfecto para los elementos que lleve dentro. Los ingredientes de primera calidad y frescos combinados  con creatividad marcan  la diferencia. Por eso necesitamos un vino que esté a la altura de las circunstancias.

Baguette de caballa con salsa de rábanos picantes y pepinillos

La baguette es un pan que se presta muy bien al tema del bocadillo. Tiene el tamaño perfecto para que el bocado sea recogido y el crujiente justo. En esta ocasión tostamos ligeramente el pan, lo untamos con la salsa de rábanos picantes, le añadimos unas lonchas de pepinillos agridulces y unas alcaparras y ya solo queda esperar a la protagonista de la ración: la caballa.

Este pescado azul es ideal para cualquier bocado, sano, lleno de vitaminas y omega 3, y delicioso además.  Para que el resultado sea óptimo la elección de la conserva es fundamental, siempre en aceite de oliva y con la elaboración más artesanal posible. Para rematar la jugada, un Raro Finca Cuesta Clara de bodegas Campillo le va de perlas.

Chapata de mascarpone con brevas y jamón

Ya solo nombrar sus ingredientes nos hace la boca agua… ¡Atención! Brevas en finas rodajas, jamón como papel de fumar, unos toques de rúcula y pequeños toques de mascarpone para suavizar el pan. Este es un bocado veraniego, delicioso y muy saludable. La mezcla de la rúcula con las brevas le da un toque peculiar, no dejéis de probarlo.

El maridaje que se nos ocurre con este ligero y veraniego bocadillo es un Portia Blanco Frío. La emoción también alimenta.

Sándwich de atún con tomate

Nada más sencillo que un sándwich de atún. El sándwich de atún podría ser el comodín de cualquier comida rápida que tengamos que improvisar. Variantes hay muchas, unas más sencillas y otras más sofisticadas, y todas deliciosas.  El atún es tan agradecido que no se le valora lo suficiente.

La propuesta que aquí os dejamos es una de las más sencillas y que más respeta el producto protagonista, el señor atún. Pan de molde blanco, a poder ser bien metido en harina. Una mayonesa casera con aceite de oliva virgen extra bien intensa, unas rodajas de tomate y atún. Nada más y nada menos. Un bocado de dioses.

Un Chardonnay de Marqués de Valcarlos es un gran aliado para esta combinación.

Pan de semillas con relleno napolitano 

Hay algunas cosas que nadie se atreve a decir que se las come entre pan, pero que todos hemos caído en algún momento de furor y nos ha resultado delicioso. Un bocadillo de filetes empanados con pimientos verdes fritos o unas croquetas del día anterior. Seamos sinceros, todos lo hemos hecho el algún momento de nuestra vida.

El tema de las albóndigas merece además dedicación aparte. En realidad es como una hamburguesa pero sin aplastar. Los italoamericanos y los napolitanos son muy dados a añadir albóndigas a cualquier plato de pasta o arroz, y eso nos ha inspirado para este bocadillo.

Unas albóndigas con salsa de tomate, albahaca y orégano, entre pan de semillas y con un poco de queso fundido untado en sus lados… Contundente y sabroso. Solo para iniciados y sin complejos. Parara aligerar el bocado, un Campillo Rosé y sus sutiles aromas de grosellas y lilas.