La vida sana es más sabrosa.
Aunque es tiempo de empezar a darle al guiso de cuchara, todavía podemos disfrutar de algunos días de suaves temperaturas y comidas al aire libre. La legumbre es la reina del invierno, pero también deliciosas con temperaturas más altas en ensalada.
La gran ventaja de tener productos de calidad envasados como las legumbres, que solo llevan agua y sal, es un valor añadido a las bondades de la legumbre, y siempre hay que tener la despensa llena de botes de legumbres para disfrutar de platos ricos y sanos durante todo el año.
La otra gran ventaja de las ensaladas de legumbres es que son mucho más sencillas de maridar que sus primas las ensaladas de verduras frescas tal cual. La creatividad de sabor y color es una manera muy interesante de renovar nuestros hábitos.
ENSALADA DE JUDÍAS BLANCAS CON BERBERECHOS
Las judías blancas lo admiten todo. Son tan agradecidas que son las reinas de las ensaladas de legumbres. Si bien en guiso siempre nos las imaginamos acompañadas de pancetas y chorizos, los pescados y el marisco también les va fenomenal.
Una versión veraniega de las fabes con almejas puede ser esta ensalada de judías blancas con berberechos. Tan simple y fácil como poner un bote de judías blancas, cebolla fresca o morada picada, unas hojas de cilantro, una lata de berberechos y aliñarla con AOVE y limón o una vinagreta de suave con picadillo de tomate y cebollino. Una botella de Faustino Art Collection Viura Chardonnay hace el plato más completo.
ENSALADA DE LENTEJAS Y SARDINILLAS
Continuamos con el mundo marino para acompañar a la legumbre. Si encontramos lentejas rojas, mucho mejor, pero no pasa nada si se hace con la pardiña de toda la vida.
Se pica chile rojo, pimiento verde, perejil, alcaparras, las sardinillas en lata y unas tiras de cebolla en juliana encurtidas. El encurtido de la cebolla lo podemos hacer unos minutos antes, dejándolas en vinagre y azúcar un tiempo. Después se mezcla todo con AOVE y zumo de limón y listo.
Una botella de Marqués de Valcarlos Fortius Rosado se puede abrir mientras se prepara, y otra cuando vamos a la mesa, porque le va de maravilla.
ENSALADA DE GARBANZOS CON TOMATES CHERRY Y VENTRESCA DE ATÚN
El garbanzo hace las delicias de muchos potes y cocidos, pero en ensalada no desmerece nada tampoco. Un bote de garbanzos, bien lechosos o de pedrosillano, los aliñamos con una vinagreta hecha con AOVE, mostaza de Dijon, miel, tomillo y pimienta negra molida. Le añadimos tomates cherry rojos y amarillos, aceitunas negras, cebolla roja y la ventresca de atún. Fácil de hacer y más fácil de comer. Además es muy visual y a los niños le gusta su aspecto. Los mayores se pueden abrir una botella de Campillo Reserva Tinto y tenemos la solución perfecta a una comida de fin de semana.
ENSALADA DE GARBANZOS AGRIDULCE CON PASAS
Esta es una ensalada templada, aunque también se puede dejar reposar y comerla fría. A los garbanzos cocidos le acompañan zanahorias en rodajas, cebolleta y uvas pasas. Se saltea todo en una sartén con aceite virgen y se le añade un zumo de naranja. Tan sencillo como esto. Se mezcla todo y a disfrutar con cualquier blanco que nos guste. Deliciosa idea que podemos acompañar con una botella de cava Faustino Rosado.