La Ruta del vino Museo del Prado

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La Ruta del vino Museo del Prado

Patrimonio Universal de la Belleza

Ahora que el eje del Paseo de Recoletos es Patrimonio de la Humanidad, que nos pilla a un paso de “El Brillante” y sus bocadillos de calamares algunos se han dado cuenta de que en el interior del Museo del Prado se entiende de vino. ¿Hay acaso mejor plan para el fin de semana que una vuelta por Madrid?

Visitar Madrid cuando los calores empiezan a no apretar siempre nos deja alguna sorpresa que otra. Cierto es que el eje de Recoletos es uno de los paseos más agradables y bonitos del mundo. El Botánico, los Jerónimos y los tres museos más importantes de la villa. Por no hablar de la oferta gastronómica que podemos encontrar donde los vinos del Grupo Faustino tiene importante presencia.

Para los que nos gusta el vino y todo lo que le rodea, en el Museo del Prado nos ofrecen un recorrido alternativo para descubrir cómo el vino ha acompañado al hombre y al arte a lo largo de la historia.

La Ruta del Vino nos descubre las obras del Prado que reflejan esa relación de vino y arte. Uvas, dioses, bacanales y espiritualidad se integran en el arte, porque todo está en los cuadros.

La Ruta del Vino nos muestra desde el origen del vino hace unos 8.000 años. Fueron los egipcios los primeros que tienen referencias al vino en sus papiros y murales. Los griegos ya lo elevaron al Olimpo. Fue Dioniso el que obsequió a los humanos con las primeras vides. Y es él el que nos recibe en esta ruta, una escultura romana de Dioniso con su copa de vino.

 

La Ruta del vino Museo del Prado

Continúa la historia y la Ruta nos enseña cómo la alimentación fue fundamental para el desarrollo de los pueblos y su carácter. Mientras que los bárbaros se alimentaban de cerveza y manteca, los romanos y pueblos del Mediterráneo se alimentaban de aceite, trigo y vino. Eso explica mucho de nuestra cultura enológica y explica también las habilidades de cada uno… El Taller de Los Sarachi y sus copas labradas dejan estampas deliciosas de vendimias en las vitrinas del Museo.

La Ruta del vino Museo del Prado

Llega el momento de hablar de Baco, versión romana de Dioniso, y sus bacanales. Este dios y sus fiestones han sido fuente de inspiración para muchos artistas a lo largo de la historia. Es la hora de encontrar la Bacanal de los Andrios, de Tiziano

La Ruta del vino Museo del Prado

El vino también forma parte intrínseca de la religión católica. La sangre de Cristo y su consagración del vino es una de las escenas litúrgicas que también se han representado más. Un ejemplo, La Última Cena, de Juan de Juanes.

La Ruta del vino Museo del Prado

Otra de las facetas del vino, al margen de sus representaciones divinas y litúrgicas, es la fiesta popular. Lo que más nos gusta. El inicio de las estaciones, la vendimia, y las fiestas populares. Siempre han estado (y siguen estando) regadas de vino, que da mucha alegría. Para muestra, un botón, El Vino de la Fiesta de San Martín, de Brueghel el Viejo.

La Ruta del vino Museo del Prado

Y no se puede hablar de vino y Prado sin que pasemos a deleitarnos por los cuadros del maestro Goya. En su época más amable nos dejó imágenes tan evocadoras como La Vendimia o el Otoño. Una delicia.

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Y hablando de grandes maestros españoles y de vino, la mejor manera de terminar esta Ruta es darse un homenaje contemplando Los Borrachos de Velázquez. Una mezcla de divinidad y costumbrismo digna del gran pintor. ¡A su salud!