Navajas polivalentes para llevar al bosque.
Verano de tormentas, otoño de setas… Nadie sabe si esta máxima se cumple, pero cuando el otoño aparece sobre el horizonte empezamos a cambiar de prioridades. Se puede seguir yendo a la playa aunque algunos chiringuitos cierran y nuestra experiencia playera ya no es completa. Es entonces cuando el dilema “playa o montaña” se ve con otros ojos y pensamos que hay que cambiar definitivamente de destino.
El monte, con su aire puro, esos bosques que pronto cambiarán de color y esas setas que con tanto fervor y misterio buscamos en cuando se dan las condiciones necesarias. Como ocurre siempre, pera buscar y recoger setas hace falta cumplir algunos requisitos y, sobre todo, ir con el equipo adecuado.
El perfecto setero no es el que desprecia los “rolex” que encuentra, sino el que va armado con la navaja adecuada. En la mochila llevamos un buen vino de nuestra bodega favorita, y el kit de merienda con nuestros productos favoritos… el día puede ser perfecto.
Aquí no pensamos decir cuáles son nuestros lugares preferidos para buscar setas ya que esa información es un secreto que no desvelaremos ni ante un juez, ni bajo secreto de confesión. Si podemos dar, por supuesto, algunas claves para elegir la navaja adecuada para que esta nuestra actividad favorita del otoño se realice de la mejor manera posible.
¿La causa? Porque no todas las navajas valen. O sí, pero no de la mejor manera. Una navaja suiza puede sacarnos de un apuro, igual que un cuchillo de supervivencia (que para eso tiene ese nombre), o los exagerados pueden usar un tranchete de vendimiar. Pero un setero que se precie no puede caer tan bajo como para aceptarlo.
Si buscamos diseño y calidad… Ausonia es nuestra marca. Simplemente decir que es una marca italiana especializada en toda clase de productos relacionados para la agricultura. Injertar o podar, pero preparar nuestras setas es un lujazo… y el modelo Ausonia-263606, además tiene brújula….
Resulta evidente que para cumplir bien su función cualquier instrumento tiene que estar adaptado a su cometido. Para facilitar el corte del pie de la seta en general lo mejor es usar una navaja de hoja curva, al estilo del tranchete agrícola, que se adapta muy bien a las plantas rastreras.
No hay níscalo o seta de cardo que se resista. Algún setero especializado puede decir que la navaja adecuada para cortar una seta de cardo no es la misma que se necesita para un boletus, y hay comercios que ofrecen navajas específicas para cada tipo de seta. Pero en general una navaja tranchete puede ser válida para casi todas las setas que encontremos en nuestras expediciones micológicas.
La opción barata y nacional es la típica navaja de setas, fabricada en Don Benito, localidad extremeña que saben los que hacen. No suelen llegar a los 10 euros y además incluye una pequeña escala para poder medir nuestra captura.
La mayoría de estas navajas especializadas disponen de un cepillo incorporado. De esta manera podremos siempre limpiar el preciado tesoro que acabamos de encontrar e, incluso, favorecer la dispersión de esporas que permitirán que nuestra búsqueda tenga la categoría de “sostenible”. Hasta la conocida marca Opinel, cuenta con una versión setera. Su mango de madera y haya y su punta especialmente afilada es un referente.
También es francesa la creación personal de Gaston Mercier, reconocido jinete, guarnicionero y apasionado del vino y las setas. Esta pieza lo explica todo..
Evidentemente la navaja setera es un instrumento específico para esta actividad. Que a nadie se le ocurra usarlas para la búsqueda y recolección de trufas, que necesita un instrumental completamente diferente.
Por eso la marca suiza que es un referente a la hora de fabricar útiles para ir al campo, no podría faltar en un listado. Victorinox tiene su propia manera de entender la recolección de las setas y poder abrir una botella de vino en el bosque…
Par conservar la navaja y llevarla cómodamente en nuestras excursiones también se debe contar con una funda adecuada, que podemos enganchar, por ejemplo, al cinturón y así tenerla siempre disponible.
No hace falta decir que la navaja, como cualquier cuchillo que usemos en la cocina, debe estar perfectamente afilada. Tenemos que tener claro que es más fácil cortarse con un cuchillo mal afilado que con uno que tenga su filo en perfectas condiciones.
En el mercado encontramos navajas seteras de las marcas internacionales más conocidas y también otra de fábricas locales. También son muy interesantes las navajas hechas por artesanos, que siempre aportarán ese toque de obra única y diferente.
Y ya se sabe que en el equipo del setero tampoco puede faltar la cesta de mimbre, fabricada con materiales naturales y con esos huecos que permiten que las esporas de las setas recolectadas se desperdiguen por el campo mientras continuamos con la búsqueda de más ejemplares.
Un detalle curioso de estas navajas es que muchos aficionados no disponen sorprendentemente, de una buena navaja. Es, por tanto, el regalo perfecto: útil, sorprendente y barato. Siempre podremos encontrar una buena navaja que venga en un estuche que de más empaque a nuestro regalo. En nuestro día de setas, la cesta llena y botella vacía…
Y de vuelta a casa con las setas bien escogidas (¡cuidado con las que no se pueden comer!) y la navaja limpia y preparada para la siguiente excursión, ya sólo queda prepararlas de la manera que más nos gusten.