Pintando con vino
La relación del vino y el arte siempre ha sido buena. Dioses, uvas y vino han sido modelos de retratistas desde los tiempos de los egipcios, pero ¿sabíais que muchos artistas también utilizan el vino como medio de pintura? Pues sí, además de beberlo, muchos artistas han encontrado en el vino el pigmento perfecto para sus obras. Entre sorbito y sorbito, pincelada.
Cuando hablamos de Wine Art no nos referimos al arte que tienen muchos de beber vino a discreción, sino a la moda entre algunos artistas de nuestros días que le ha dado por utilizar tan preciado “material” como pigmento para sus obras. Vino, sarmiento u hojarasca sirven para crear arte.
SANJA JANKOVIC
Esta artista serbia se aficionó a la botella, en cuestión de arte, por supuesto, cuando vio lo intrigante y diferente que era la huella del vino en sus lienzos. Es curioso ver como el envejecimiento del vino también se da en las obras de arte que lo utilizan, y la obra va cambiando con el paso del tiempo. La oxidación y la fermentación dejan su huella de una manera diferente.
MELISSA PROUDLOCK
Artista canadiense y gran fan de utilizar el vino como pintura. Eso sí, siempre y cuando los vinos se hayan estropeado y no se puedan beber, es un detalle.
Sus temáticas son muy variopintas, pero quizá es la cultura pop lo más solicitado de su obra. Escenas de películas de terror, retratos de Bowie, Batman o series de StarWars son sus wine art favoritos.
MIGUEL ÁNGEL ORIBE
A este escultor español también la ha fascinado la huella que deja el vino, así que decidió crear una serie de obras con 24 variedades de uvas y 16 denominaciones de origen. Caos e incertidumbre son los elementos que le imprime el vino a sus obras.
PHILIPPE DUFRENOY
Este artista francés tuvo la inspiración divina de pintar con vino mientras se aburría esperando su plato en un bistró. Sacó su pincel, lo metió en una copa de Burdeos y allí empezó su andadura.
Dufrenoy trata al vino como si de una acuarela se tratara, diluyéndose en las telas o devorando la porosidad del papel.
CAROLINA MAGGIO
Artista italiana que le encanta el mundo de las pareidolias. ¿Qué es una pareidolia? Algo a lo que todos hemos jugado alguna vez mirando las nubes, pero esta vez con una copa de vino en la mano.
Las pareidolias es un fenómeno psicológico en el que la mente interpreta aleatoriamente figuras abstractas como algo reconocible. El ejemplo más divetido es el que mucha gente comparte y ven la cara de Mao en una montaña. La técnica le llegó a Maggio después de un ritual chamánico con ayahuasca. Le dieron un café para que fuera espabilando, y en cada gota que se derramaba empezó a ver todo un universo paralelo. Luego vio que el vino era un buen material para su creatividad y desde entonces no ha parado.