Una esa copa para el mejor momento.
Durante años parecía que tomar queso con vino era casi una herejía… el “que no te la den con queso” y la práctica de algunos de acompañar el vino malo con queso para disimular su sabor han hecho mucho mal a esta pareja que, si bien cierto no es perfecta, da muchas satisfacciones.
Eso es historia. El queso es ahora un producto muy revalorizado. El gran maridaje siempre ha sido el de los tintos con los quesos, dejando al lado quizá estupendas combinaciones con dulces y blancos.
QUESOS AZULES
El contraste del picante de los quesos azules como los Cabrales, Gorgonzola, Roquefort y los Stilton es el punto perfecto para acompañar de un vino dulce de postre. De estos maridajes el Stilton con el Oporto es el gran protagonista, una combinación que dicen ideal para abrir el apetito, aunque como postre tampoco está nada mal.
La opción más moderna apuesta por los cavas. La opción de un Cava Faustino Brut Reserva nos puede dar muchas alegrías.
EL QUESO DE PASTA DURA
Los quesos de pasta dura, ya sean de vaca o de oveja, como los manchegos, los Idiazábal, los zamoranos o los quesos del Roncal siempre irán bien con tintos que tenga madera, los Ribera de Duero, Rioja, o Bierzo.
La intensidad de cada queso nos da una idea de nuestras necesidades. Un crianza, con una intensidad media, son el complemento que mejor les va. Dependiendo de su punto de curación también se pueden probar otras combinaciones, pero una botella de Marqués de Vitoria Crianza es una opción de garantía. Un amontillado o palo cortado para los más curados.
LOS QUESOS CREMOSOS
No solo en Francia presumen de quesos cremosos como el Brie o el Camembert, aquí la torta del Casar o de la Serena, y algunos cremosos de vaca de Cantabria tienen el honor de figurar entre los mejores quesos del mundo.
A estos quesos les van muchos tipos de vino, se pueden tomar con espumosos, con tintos jóvenes, pero lo que mejor les va sin duda son los blancos, secos y minerales, y si han pasado por un poco de barrica, mejor que mejor. A los quesos de Tetilla o los de Mahón, les van mejor los blancos afrutados. La opción de un Faustino Art Collection Viura Chardonnay puede ser una buena opción.
LOS QUESOS AGRIOS
Los quesos Cheddar, Gruyère, Appelzeller, Emmental también depende mucho de la maduración del queso para elegir el vino perfecto. Los tintos fuertes e intensos en principio les van muy bien, sin embargo si no tienen mucha maduración, los tintos ligeros o los blancos suaves son su alma gemela… Una botella de Reserva Campillo ayuda a mejorar cualquier opción de las mencionadas.
LOS PARMESANOS
El Parmigiano Reggiano es uno de los quesos más antiguos del mundo y más apreciados. Dependerá de sus meses de maduración para que combinen con unos vinos u otros. Si el Parmigiano están entre 12 y 18 meses, los blancos espumosos son un agradable compañero, incluso una malvasía dulce.
Si ya nos vamos a los más maduros, de entre 22 y 24 meses, los tintos, ya sean Rioja o Ribera, con un cuerpo medio, no con demasiada intensidad, potenciarán la intensidad de este regio queso. Saca una botella de Portia Crianza 2016y aviva el fuego de la chimenea…