Otra lección de la naturaleza.
La naturaleza se despierta, llega la primavera, esa estación tan bonita en la que todo parece más alegre… más luz, más colores, más vida. En los viñedos se empieza a despertar también la sabia de los sarmientos, pero antes de la explosión de vida, a la vid le da por llorar.
Visualmente, el lloro de la vid es un acontecimiento espectacular que todos los viticultores esperan con impaciencia, forma parte de los estados fenológicos de la planta y, muchas veces, determina la calidad de la añada que se vaya a dar.
El lloro empieza a producirse cuando las horas de sol aumentan. El suelo alcanza una temperatura de más de 10 grados, y esto hace que la sabia adormecida en la raíz durante el invierno, empiece a circular por los sarmientos. Con estos datos, más parece que la planta llore de alegría y no de pena!
Como dato curioso también hay que tener en cuenta, para saber cuándo empieza el llanto, que el brote de la sabia por los cortes que se hicieron en la poda coincide siempre con las fases lunares de cuarto creciente y con la luna llena. Al igual que en las mareas, la atracción de la luna hace moverse la savia desde la raíz a los tallos como las olas del mar.
Puede parecer que este llanto es algo discreto y casi imperceptible, pero las ganas de revivir de la vid son tales que hay veces que se recogen hasta cinco litros de sabia de algunas plantas.
Podría parecer también que el hecho de desperdiciar tanta savia puede debilitar la planta pero no es así, simplemente la hace más sensible a las heladas. Y aquí viene el suspense de la primavera. Esas heladas tardías tan frecuentes y que podrían matar los brotes son un desastre. Por este motivo era frecuente ver pequeñas hogueras por las noches en los viñedos para proteger a las vides de estas visitas incómodas.
Este llanto le dura a la vid una semana o diez días a más tardar, y después se le pasa el sofocón y empieza a brotar. Esto suele pasar durante la segunda quincena de abril, más o menos. Entonces llega lo que se llama desborre en la vid.
El desborre es el paso previo a los brotes tiernos y entonces los viñedos parecen más plantaciones de algodón que otra cosa. Las yemas que se han cicatrizado después del lloro, se hinchan y se vuelven blanquecinas, pareciendo bolas de algodón.
Ahora esperamos con expectación el mes de mayo, el mes de las flores, las vides florecerán y más tarde, en julio llegará el envero. Pero esto ya es otra historia que seguro te contaremos.