Tan intensa como espectacular.
La inmensa llanura de La Mancha, en pleno corazón de la península, nos ofrece una primavera única y espectacular. 30.000 kilómetros cuadrados de campos que se llenan de amapolas, de viñedos que con sus “lloros” anuncian su renacer y con unos atardeceres intensos donde los haya. Aquí os dejamos algunos de los mejores planes para hacer en esta estación en La Mancha.
Quintanar de la orden y sus viñedos
Tierra de vinos y viñedos, localidades como Quintanar de a Orden en Toledo ofrecen ahora uno de los espectáculos más peculiares de los que puede ofrecer un viñedo, el lloro.
El lloro es la primera manifestación del renacer de la vid. Con él las vides saludan a la primavera. La sabia se despierta, sube por los sarmientos y rebosa por las heridas de la poda. Con este acto nos anuncia su floración. Pasear por los viñedos o por su entorno natural es un buen plan para después dar buena cuenta de la gastronomía manchega.
La Vía Verde del Trenillo es uno de los recorridos más transitados en estos primeros días de primavera. Una antigua línea férrea que iba de Quintanar a Villacañas que hoy se puede recorrer bien a pie, bien en bicicleta, y que despliega unos paisajes llenos de humedales, olivos y viñedos
Y después de la caminata, es la hora de disfrutar de unas truchas de temporada. Ahora es el mejor momento para pescarlas y disfrutar de unas truchas a la toledana con uno de los vinos de Condesa de Leganza.
Alcázar de San Juan y las amapolas
Y como con la primavera toda la actividad se pone en marcha en la naturaleza, en Alcázar de San Juan, a una escasa media hora de Quintanar, los campos de amapolas tiñen de rojo todo el paisaje. Pasear al atardecer y ver todos esos tonos de rojos es una buena manera de terminar el día.
Otro buen plan primaveral para esta tierra es recorrer sus lagunas y humedales. La de la Veguilla, Camino de Villafranca y Las Yeguas, en Alcázar, acogen al mayor número de aves que aquí empiezan a volver después del frío invierno. Cigüeñas, tarros blancos, patos colorados…
Tomelloso y los campos de cereal
Los campos de cereales son parte también del típico paisaje manchego. En Tomelloso, tierra de cereales y viñas, lucen los campos ahora con ese verde intenso del cereal recién nacido. Los infinitos tonos de verde que se dan entre los brotes de los cereales y las nuevas hojas de las vides son de los paisajes que más relajan la vista y el alma.