El símbolo foodie de un país.
Atención! El 9 de marzo debería ser casi fiesta nacional. La tortilla de patata podría aparecer en la camiseta de la selección nacional de fútbol. Plato tan excelso y homenajeado como la tortilla de patata tiene su día mundial. La tortilla de patata es tema nacional de conversación y punto de conflicto en muchas familias. A saber… ¿Con cebolla vs sin cebolla? ¿Cuajada vs poco hecha? ¿La de mi madre vs la de la tuya? Pocos temas gastronómicos dan tanto juego como el de la tortilla de patata.
Se le atribuye a un extremeño, el Marqués de Robledo, el origen de la tortilla, aunque algunos dicen que nació en Bélgica. Poco probable esta teoría que carece de referencias históricas. No son tiempos de fricciones, que ya tenemos el mundo sumamente delicado para abrir nuevos debates. La tortilla de patatas se disfruta y punto! Pero yendo al meollo de la cuestión unas buenas patatas, huevos frescos y aceite de oliva son más que suficientes para hacer una tortilla de 10.
Os proponemos 4 tipos de tortilla de patata para maridar con nuestros vinos
TORTILLA DE PATATA TRADICIONAL
Para hacer una tortilla clásica lo principal es elegir unas patatas firmes y que no sean harinosas, los huevos, lo más frescos posible, y el aceite, a elegir. Hay chefs que incluso prefieren el aceite de girasol para que no dé demasiado sabor a la tortilla el de oliva. Las proporciones, para medio kilo de patatas, 5 huevos. Se cortan las patatas en lascas, se cubren bien de aceite, y se fríe a fuego lento. De este confitado de la patata dependerá mucho la textura y sabor de la misma. Se escurren y se les echa sal. Después se pasan al plato donde estén los huevos batidos y se vuelve a echar a la sartén. Se cuaja a gusto del consumidor.
A esta tortilla la acompañaremos de un Marqués de Vitoria Tinto Crianza y una buena cuadrilla de amigos. Si la preferimos con cebolla, ésta se añade cuando la patata esté casi frita y que esté un par de minutos. En caso de duda o disputa, el anfitrión tiene derecho a ejercer su autoridad sin tonterías.
TORTILLA DE PATATA TRUFADA
El huevo y la trufa son buenos amigos, de hecho ya podemos comprar en algunos mercados los huevos trufados. Su elaboración, tan sencilla como la tradicional. Para darle el toque trufado o bien la hacemos con huevos trufados, o bien le añadimos unas cucharaditas de salsa de trufa a los huevos batidos que se suele vender en varios supermercados.
El toque de la trufa va muy bien con una copa de Campillo Crianza, para demostrar que tenemos recorrido al norte del Ebro.
TORTILLA PAISANA
Si a una tortilla clásica le añadimos verduras y embutidos, nos hacemos una tortilla paisana de las de toda la vida. Normalmente las verduras que se le ponen a esta tortilla son pimiento rojo, guisantes, pimientos verdes, cebolla, calabacín. Los más atrevidos también apuestan por los derivados del noble cerdo para alegrarle el cuerpo. El Chorizo y el jamón nunca estorban en la cocina. Un plato completo, sano y natural que siempre es bien recibido. La figura de un picnic en la orilla del arroyo con lo mejor de nuestra despensa bien merece una botella de Faustino Art Collection Viura Chardonnay.
TORTILLA DEL SACROMONTE
Con el auge que está viviendo la casquería en nuestros días gastronómicos, poco se habla de la tortilla del Sacromonte. Lo que ha sido durante décadas un canto a los productos más humildes del mercado se ha convertido en un referente de la nueva cocina.
Un cóctel de criadillas de cordero, sesos de cordero también, huevos, harina, jamón, y si queremos, unas lascas de patata. Muy cuajado y con el toque de sabor de los productos más secretos de nuestra cocina. Tremendo bocado para tomar con una copa de Fortius Roble antes de volver a la pista de esquí.