El 19 de noviembre se celebró el Día Internacional del Hombre. Sí, también se homenajea a los hombres de vez en cuando… Como la Familia Martínez Zabala somos de homenajear y felicitar a hombres, mujeres y todo lo que se precie es justo enviar nuestra felicitación a todos los hombres de bien, y amantes de los buenos vinos. Por lo general estas dos condiciones van unidas.
El Día Internacional del Hombre se celebra desde el año 1992. Fue Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas el que lo estableció, e Ingeborg Breines, directora del Programa Mujeres y Cultura de Paz de la Unesco, apoyó esta iniciativa. Por lo tanto este año cumplimos los 30 años de ese día que no es tan recordado. Si bien no es una celebración masiva como la del Día de la Mujer, no deja de ser importante para que la equidad entre géneros no se incline para ningún lado.
Pero hablemos un poco sobre las bases que se asentó esta celebración en origen. Lo primero era promover la figura del hombre desde un modelo real y normalizado, no como se le intenta mostrar en algunos sectores de la sociedad. Brindemos por el hombre tranquilo.
Por lo general tiene poco de tranquilo. El tópico le lleva a apoyarse en el sillón, abrir libros que ya ha ojeado con anterioridad y abrir una botella de su vino favorito con calma. Una botella de Faustino I Gran Reserva es perfecta para ver como se recrea en cada sorbo.
Muy diferente es el hombre inquieto. Ese que siempre quiere hacer su gran contribución a la sociedad. Ya sea ordenando el garaje o intentando poner un nuevo punto de luz en la salida hacia el jardín de nuestra casa de campo. Lo planifica, lo dibuja y compra los materiales. No siempre ejecuta la obra, pero es digno de tener en cuenta. La idea de regalarle una caja de cava Faustino puede llevarnos a un nuevo proyecto para guardar sus vinos favoritos. Da igual, hay que dejarle soñar con esa pared cubierta por las mejores botellas que han llegado a casa. Es una manera de celebrar la contribución del hombre a la sociedad, aunque a veces no sea necesario. Es obvio, que también alzaremos una copa.
Atención al tercer caso. El hombre cuidadoso no tiene límite, tanto física como emocionalmente. Su manera de poner un cuadro puede romper las reglas de la precisión. Su manera de poner la mesa recuerda a las cenas de gala de la Familia Real Británica y su manera de atarse los cordones de los zapatos roza lo cómico. Da igual, porque el orden y la simetría nos pueden llevar a fabricar más de una sonrisa. En ese caso, siempre le llevamos dos botella de vino, por los números pares son más fáciles de ajustar en paralelo. Una caja de Marques de Vitoria Tinto puede ser un gran regalo.
Noviembre piensa en masculino. De hecho, cada noviembre, se celebra Movember, un evento en el que los hombres se dejan crecer el bigote para concienciar sobre la prevención en enfermedades puramente masculinas. Hay que decir que una copa de vino al día, es más que recomendable para una salud fuerte.
Decididamente siempre es bueno reivindicar cosas, que aunque nos parezcan obvias, son necesarias. Hombres, mujeres, niños, ancianos, hadas, elfos y trolls… Levantemos una copa de vino por todos ellos y seamos conscientes por un momento de lo bonito de la diversidad.
