De vinos por Santander

//De vinos por Santander

De vinos por Santander

Santander es villa marinera, abierta al horizonte del Cantábrico y a los vientos de la montaña. Una de esas ciudades en que uno siempre se plantea la posibilidad de quedarse a vivir. Tiene playa, belleza, estilo, y, además, buena comida. Que bien se pasa, o se vive, con una comida frente a un ventanal en El Sardinero, o tomando unos pinchos en el puerto. Si además encontramos el lugar donde la buena comida se sirve con buen vino, ya tendremos una excusa más, un argumento para pensar qué bien se vive en Santander.


De vinos por Santander, Cañadío De vinos por Santander, Cañadío

Restaurante Cañadío. Gómez Oreña, 15, Tlf: 942 314 149

Cañadío nació en Santander hace casi cuatro décadas y hace poco dio el salto a Madrid para crear un segundo espacio en el que dar rienda suelta a su creatividad. Pero se nota su origen cántabro, marinero, con la huerta y la montaña cerca. Por un lado juega la baza de los clásicos que gustan a todos, como las anchoas de Santoña, los buñuelos de bacalao o la merluza en salsa verde con almejas. Pero de vez en cuando se sacan de la manga unas recetas sorprendentes como la terrina de foie con piña caramelizada o las manitas de cerdo con carabinero, combinaciones sabrosas y muy conseguidas a base de trabajo e imaginación. Para beber, cualquier vino de Bodegas Campillo mantiene el tono y realza los sabores.


De vinos por Santander, Restaurante Cormoran, Sergi Arola De vinos por Santander, Restaurante Cormoran, Sergi Arola

Restaurante Cormorán. El Sardinero s/n Tlf: 942 291 990

El mediático Chef Sergi Arola nos presenta su espacio propio en un marco inmejorable, en plena playa de El Sardinero, aprovechando un local que ya es historia en Santander desde hace más de medio siglo. El olor a mar es parte de la experiencia. En realidad hay dos espacios, el del grill, para disfrutar  de los mejores pescados, mariscos y carnes a la brasa, y el Cormorán propiamente dicho, una parte más sofisticada, con una decoración muy interesante que genera un ambiente limpio y luminoso. Ahí se puede empezar con las famosas patatas bravas que acompañan a Arola por donde quiera que va, y seguir con el ceviche de pescado en el que por una vez predomina el pescado sobre la preparación fuerte que enmascara la verdadera calidad del producto en tantos otros locales. El tataki de entrecot es otra de las especialidades, y todo forma un buen conjunto con un buen vino de Bodegas Campillo.


De vinos por Santander, Casa Lita De vinos por Santander, Casa Lita

Casa Lita. Paseo de Pereda, 37 Tlf: 942 364 830

Casa Lita es uno de esos lugares que se pueden definir fácilmente: un bar de pinchos de alta calidad. Así de fácil. Fácil de decir pero complejo de hacer. Aunque si hay amor, producto bueno y fresco y todo hecho al momento entonces si se alcanza la excelencia. El local está en Puertochico, uno de los rincones con más personalidad de Santander. Y si el exterior es atractivo, contemplar la barra de pinchos genera alegría inmediata. Más de 300 pinchos salen de la cabeza creativa de Joseba Guijarro, que son pequeñas obras de arte concentradas. Difícil elegir, porque lo mismo ofrecen merluza rellena de salsa verde y gulas, quiché de champiñones o de calabaza y puerros, o un risoto de carrillera con setas. Los vinos pueden ir por botellas o copas y de esta manera se puede disfrutar de una buena comida con una copa de Faustino y otra de Portia.


De vinos por Santander, Rampalay De vinos por Santander, Rampalay

Rampalay. Daoiz y Verde, 9, Tlf: 942 313 367

Rampalay es uno de esos lugares clásicos que uno se alegra de tener cerca de casa o de encontrar cuando se viaja. Aquí, pinchos y raciones dan alegría a la vida en un ambiente sin estridencias ni postureo de clase alguna. Como estamos en Santander no pueden faltar las rabas, los bocartes rebozados  y los chopitos fritos, demás de calamar con salsa de gulas, callos y albóndigas caseros, o pastel de centollo y paté de perdiz. Varios días hay que ir y volver a Rampalay para empezar a hacerse una idea completa de la oferta de comida. Para la de bebida todo es más fácil: Marqués de Vitoria y Portia tienen vinos para combinar con todas las raciones posibles.