Mucho más que burbujas
Todo el mundo habla de cómo maridar el vino, pero pocas veces de cómo hacerlo con los vinos espumosos como el cava. En todas sus variedades, estamos ante una bebida deliciosa especialmente apreciada en España para las celebraciones, pero eso no resta posibilidades a otros momentos y otros platos. Desde los entrantes hasta el postre con la misma copa es una solución fantástica.
Las burbujas están por encima del calendario. Y, debido a sus propiedades y su sabor, casan especialmente bien con determinados alimentos que también son muy propios de esta época, convirtiendo cada plato en una experiencia. Nuestras ideas pueden ser atrevidas, o no ser del gusto de todos; pero merece la pena intentarlo. Comer con cava es una delicia y puede ser muy adictivo.
Para maridar con carnes rojas se recomienda un Cava Faustino Brut Reserva, con un prolongado tiempo de crianza de más de treinta meses, porque adereza bien esos típicos platos pesados que componen la dieta de las celebraciones de Navidad.
Las carnes rojas y los asados necesitan de un vino a la altura que nos refresque durante la ingestión, uno capaz de potenciar sus aromas y su sabor. Probemos con unas buenas carnes a la barbacoa para comprobarlo. Es el caso de carnes blancas también es válido, pero otras opciones son más adecuadas. ¿Un ejemplo? Capón con ciruelas y piñones con cava. Platazo!
Pero ojo: el cava y la carne casan tan bien que incluso hay recetas muy destacadas en las que se puede incluir el cava. Es un modo de estimular los sabores. Podemos incorporarla a la elaboración de, por ejemplo, un buen solomillo de cerdo.
Pero quizá nos hemos adelantado, porque el cava también viene de fábula para los típicos entrantes de embutidos. El jamón ibérico es una carne roja que, aunque más ligera, también marida perfectamente con un cava Brut y su relativo dulzor. Estamos aún en la fase de abrir el apetito, por lo que un buen vino espumoso como al fin y al cabo es el cava debe formar parte de la experiencia. La opción de un cava rosado puede ser muy interesante. Es muy fácil sentir como se diluye los posibles excesos de grasa.
Por supuesto que el marisco es un plato típico para formar parte de las cenas navideñas. Probemos con unos canelones de langostinos y foie, que aprovecha todo el sabor del mar y lo mezcla con las bondades de la tierra, donde se puede recomendar setas muy picadas enlazadas con la masa de la pasta. Es, también, un plato contundente pero de fácil elaboración que gustará a todos, como también maridarlo con un cava Brut, especialmente adecuado para el marisco y el pescado.
El toque ácido y afrutado de estos cavas destaca el sabor del marisco y refresca el ambiente y el paladar con mucha facilidad. Incluso con platos clásicos y de más sencilla elaboración como unas navajas al ajillo o mejillones en salsa, que si preferimos, también pueden formar parte de los entrantes. Ya sabemos que cada familia es un mundo.
El cava puede acompañarnos en todas las fases de la cena de Navidad. Incluyendo el postre, con un cava semiseco o dulce acompañando un delicioso plato como una tarta fría de turrón de Jijona – otro elemento típicamente navideño –
