Fechas marcadas con un regalo
Empezando por el 13 de diciembre hay muchas fechas destacadas para los fanáticos del vino. La Navidad es una época perfecta para sumergirnos, nunca mejor dicho, en el mundo vitícola dando uso a distintos objetos, o recibiendo u ofreciendo regalos, relacionados con el vino. Por no mencionar las numerosas comidas de empresa y familiares que tenemos que acometer, y que seguramente salgan mucho mejor con unas adecuadas botellas que mariden bien con nuestras recetas.
13 de diciembre
Es el momento de sentarse con una copa de nuestra etiqueta favorita de Bodegas Campillo y disfrutar de nuestro Belen. Disposición perfecta. Lástima que falta un camello y hay que ir al suministrador de camellos en el Mercadillo de Navidad. ¿Dónde estará el camello de Baltasar?
16 de diciembre
Hemos superado la cena de empresa. Menos mal que el jefe es generoso y nos ha enviado una caja de vino de Bodegas Faustino V. Este año ha acertado de pleno.
22 de diciembre
¿La loteria? Dinero o salud. Las dos cosas son compatibles con una botella de cava de Bodegas Faustino. Con una botella en la nevera siempre nos toca la lotería.
24 de diciembre
Es la hora de la cena y de utilizar todo nuestro armamento. Suerte que varias firmas han diseñado aparatos que recrean una pequeña bodega que preserva la temperatura de hasta decenas de botellas. Dispone de sistema termoeléctrico regulable. Ningún vino estará a temperatura inadecuada, por no decir que resulta altamente decorativo gracias a su elegante diseño y la luz LED interior. Se trata, además, de un dispositivo muy silencioso y además económico, puesto que no consume mucho. Por lo tanto, nuestra pequeña gran vinoteca está en perfecto estado de salud para el momento clave: la cena de Nochebuena.
25 de diciembre
Se nos antoja imprescindible un regalo de Navidad. El del vino es un mundo completo y requiere sus accesorios. A un buen aficionado nunca le sobra o hará ascos a un excelente sacacorchos eléctrico como el de Pivot Plus, que preserva la aireación y, por tanto, todos los sabores y aromas, y extrae de manera limpia el corcho con comodidad. Se trata, además, de un instrumento seguro de utilizar y muy fiable, y por lo demás incluso decorativo para todos aquellos que presumen de conocer el mundo de la uva.
31 de diciembre
Llega el momento clave de la cena de Nochevieja. Un buen amante del vino quizá haya diseñado el evento en base a, precisamente, ese líquido elemento, que parece especialmente diseñado por los dioses para ser degustado con alimentos de alto nivel. Una buena carne roja es ideal con vino tinto. Proponemos un buen costillar a la plancha como gran centro de atención de esta Nochevieja: es fácil de elaborar y nunca falla. Marques de Vitoria reserva es una gran opción.
Pero llega la hora de las uvas y hay que disponer de un buen cava para el brindis, ese ritual proveniente de la Antigüedad clásica y que afortunadamente nos resistimos a abandonar. Aunque se puede brindar con cualquier bebida, este líquido espumoso se nos antoja la mejor opción, dado que simboliza prosperidad y aporta cierto aura de elegancia al momento. Así que “salud” y a por el año que viene.
1 de enero
Año nuevo, vida nueva. La familia se reúne y todos se esmeran en que salga bien. Hay, eso sí, que tener cuidado con el estómago, ya que probablemente hayamos comido o bebido la noche anterior. Proponemos una ensalada de bacalao ahumado y naranja para seguir comiendo bien pero, a la vez, aligerar. Las naranjas, el pepino, la hierbabuena y el aceite sin duda nos ayudarán a no provocar más a nuestro estómago y a la vez disfrutar con la comida. El vino, al fin y al cabo, marida bien con cualquier alimento.
6 de enero
Es la hora de rematar la temporada con el regalo de Reyes. El enoturismo es una buena opción que no tiene fecha. Optamos por una actividad a la altura que podamos disfrutar solos o en compañía en una ocasión cercana. Las bodegas de Bodegas Martínez Zabala ofrecen planes de fin de semana y visitas guiadas, además de – por supuesto – catas. Recorrer los lugares emblemáticos de su mítica bodega se nos antoja una actividad imprescindible en cualquiera de sus muchas variedades.
Existe la posibilidad de realizar una visita teatralizada o, bajo reserva y petición, una cata “con mucha historia” en la que por 150 euros/persona podremos probar el Faustino Gran Reserva, visitar la bodega y disfrutar de un delicioso aperitivo. Además, nos hacen un obsequio al finalizar este plan que, por otro lado, está especialmente diseñado para realizar con amigos. Al fin y al cabo, estamos en un paraje idílico de La Rioja y podemos aprovechar para unas buenas jornadas de turismo rural y gastronómico.