Mucho más que una rápida solución gourmet.
El vino y las conservas son buenos amigos. Se abre una lata, se descorcha una botella, y voilá, ya puede empezar el festín. Nuestro patrimonio conservero es generoso en producto y precio. Tanto en casa, como para llevarlo de picnic o para salir a navegar, las conservas y el vino son los compañeros ideales de viaje. Tenemos muchas ideas.
VENTRESCA DE ATÚN
La conserva imprescindible en todas las despensas. El que no tenga una lata de bonito del Norte o de atún que tire la primera piedra. El atún o el bonito son el comodín por excelencia. Para preparar una tortilla, o una ensalada, o preparar una pasta o esa ensaladilla de emergencia. Allá donde lo pongas alegrará el plato. ¿Cuántas crisis matrimoniales ha salvado una lata de bonito?
Pero para disfrutar de un Campillo Blanco Fermentado en Barrica, merece la pena subir un escalón porque la ventresca es una de sus partes más nobles. Una lata tal cual abierta o con unos pimientos rojos asados es uno de los platos más deliciosos que nos podemos preparar. Y si fueran pocas las virtudes de esta conserva, su maridaje es también de lo más amplio que te puedas imaginar.
SARDINAS EN ACEITE
Sardinas o sardinillas, en aceite, tomate o picantes. Las sardinas son la base de ese bocadillo imbatible. Pan un poco tostadito, crujiente, calentito, y las sardinas bien empapadas en la miga. Por favor! Siempre en aceite de oliva y con calidad. Si es necesario se cambia el aceite. Un Fortius Blanco Chardonnay puede ser el compañero perfecto.
Para los que han hecho la EGB, seguro que el momento de la merienda, después de una buena caminata por el bosque es el momento perfecto para ese bocadillo sano y energético.
BERBERECHOS
Las latas de berberechos son otro de los comodines para tener en la cocina. Cualquier aperitivo improvisado que se precie tira de latas de berberechos. Las hay de toda clase de precios, tamaños y colores. Lo bueno suele tener un precio…
Tal cual con un chorrito de limón, para preparar una pasta vongole, o incluso un ceviche a lo español. Los berberechos son ricos, sanos y con muchos nutrientes como el hierro o el potasio. Tener una botella de Portia Verdejo en el frigorífico, no excesivamente frio puede ser una gran solución.
MEJILLONES EN ESCABECHE
Los escabeches son los reyes de las latas y de la conservación. Desde unas perdices a unos simples mejillones, el escabeche le da ese punch a la conserva que te hace mojar pan como si no hubiera un mañana.
Abrir una lata de mejillones y unas patatas fritas es muy típico del foro. El aperitivo de los madrileños. Pero en vez de la cañita de rigor nos podemos arriesgar y acompañarlo de un Crianza Marqués de Vitoria o una copa de Cava Faustino seco.
Y si queremos darle otro punto al mejillón, el dip de paté de mejillones es fácil y rápido de preparar. La lata con su jugo, queso de untar, mayonesa, un poco de pimienta y perejil fresco. Se bate todo y se empieza a mojar.
CABALLA Y MELVA
Ya no son las hermanas pobres de la lata. Los filetes de caballa y de melva son a Andalucía lo que el bonito es al Cantábrico. Unas papas aliñás con melva canutera es lo primero que se nos viene a la cabeza, pero podemos ser más arriesgados y probar a combinar la caballa con sabores más internacionales como por ejemplo un toque mexicano. Un picadillo de aguacate, chiles verdes, tomate y cebolla se mezcla con un buen chorro de aceite, y un filete de caballa. El taco está servido. Probarlo con un botella de Fortius Rosado garantiza la repetición de la jugada conservera.