Cinco platos coreanos con buen vino

//Cinco platos coreanos con buen vino

Cinco platos coreanos con buen vino

La gastronomía coreana es una fusión cautivadora de sabores intensos y texturas variadas que hacen de su comida una experiencia única. Los ingredientes principales incluyen arroz, carne (como el cerdo, pollo y vacuno), pescado, verduras y una amplia variedad de condimentos fermentados como el gochujang (pasta de chile rojo), ganjang (salsa de soja) y doenjang (pasta de soja fermentada). Los sabores que predominan son el picante, el dulce, el salado, el ácido y el umami. Los ingredientes ya son estimulantes para cualquier aficionado a la cocina.

Debido al auge de su cultura en los últimos años por el k-pop o los k-dramas, ya no es tan raro que nos suenen nombres de platos tan típicos como el kimchi, bibimbap o bulgogi. Ya sea con BTS sonando de fondo o no, nos transportamos a Corea con los cinco platos más representativos de su cultura culinaria, y además acompañados de vino. No sólo móviles, lavadoras, televisores o coches coreanos podemos tener en nuestra vida.


Cinco platos coreanos con buen vino

Kimchi es un plato tan emblemático que hasta la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2015. Consiste en verduras fermentadas sazonadas con variedad de ingredientes como pescados y mariscos, carnes, especias o incluso frutas. Su receta tradicional cuenta con tantos siglos de historia como variaciones en su preparación. Es la comida perfecta para los principiantes de esta gastronomía. Col china, zanahorias, ajo, jengibre, cebolleta, sésamo, sal, todo mezclado en una proporción adecuada junto con polvo de guindilla y salsa de pescado. Esa botella de Fortius Blanco Chardonnay es una solución perfecta para este plato tan emblemático.


Cinco platos coreanos con buen vino

El Tteok Mandu Guk entra en el maravilloso mundo de las sopas multiculturales. Esta sopa tradicional coreana conocida por excelencia es la hecha a partir de alga wakame, conocida como miyeokguk. La tradición casi obliga a tomarla en los cumpleaños para tener buena suerte y las mujeres tras dar a luz. Con Mandu (pasta rellena en este caso con carne de cerdo y verduras), pasta de arroz en láminas, cebolleta, huevo escalfado y algas secas de topping. La opción de un Portia Verdejo también nos puede dar una alegría.


Cinco platos coreanos con buen vino

El Galbitang nos lleva al mundo de la carne de un modo sutil. Seguimos con las sopas, pero en este caso se prepara principalmente con costilla de ternera, rábano y cebolla. Su caldo tiene un sabor muy intenso y redondo. Se le añaden fideos transparentes de fécula de batata y se acompaña con un cuenco de arroz. Tradicionalmente era la sopa que servían en las bodas. La idea de usar un Cava Faustino Brut Reserva nos puede ayudar a disfrutar de esos sabores tan densos.


Cinco platos coreanos con buen vino

Del Dolsot Bilbimbap hay decenas de versiones. Realmente, la historia y la tradición permiten apostar por varias versiones. Las redes sociales lo han puesto de moda porque es muy vistoso. Resulta muy llamativo a la vista y propio de una foto en Instagram. Este cuenco de piedra ardiente con arroz blanco, no solo está riquísimo sino que además es saludable. Con verduras rehogadas variadas, huevo crudo (o frito) aderezado todo con algas y sésamo junto con salsa de soja o pasta de guindilla, según el gusto. La opción de carne rehogada debajo del huevo es muy frecuente. La idea de un Marqués de Vitoria tinto crianza es perfecta. Es uno de los must que se tiene que probar.


Cinco platos coreanos con buen vino

Por ultimo, tenemos el Bulgogi. Su nombre viene de la combinación de las palabras ‘fuego’ (bul) y ‘carne’ (gogi) haciendo referencia al recipiente en el que se sirve a altas temperaturas. Es el plato de carne por excelencia. Ternera en finas láminas marinadas con salsa dulce de soja, frutas y verduras varias acompañadas de arroz blanco. La creatividad de nuestra cocina nos puede llevar a un auténtico festín que siempre podemos acompañar con un Campillo tinto reserva, que compensa el esfuerzo de la preparación si lo hacemos en nuestra casa. Toda una exquisitez.