Los gustos evolucionan y los aficionados al vino buscan nuevas sensaciones. Por eso creemos en esta unión que no dejará indiferente a ningún buscador de emociones enológicas. Las tierras de Rueda y La Rioja se unen en un vino que atesora en sus botellas lo mejor de cada casa. Damos la bienvenida a nuestro Campillo Verdejo.
Las Bodegas Campillo siempre se caracterizan por su cuidado a la hora de elaborar vinos y por satisfacer el paladar de los más exigentes. De todos es sabido que la uva blanca más demandada por el consumidor es la Verdejo y pensamos, ¿por qué no hacer un Rioja blanco con uva verdejo? Una vez más el talante afrancesado e innovador de Campillo se puso manos a la obra y el resultado ha sido Campillo Verdejo, un vino blanco de alta gama y con un proceso de viticultura natural orgánica.
Pero primero hablemos un poco de la variedad verdejo. Las tierras de Rueda tienen un marcado carácter continental por su altitud, aunque el ámbito sea mediterráneo. Esta conjunción y el nivel sobre el mar de entre 700 y 870 metros, aportan inviernos fríos y largos, primaveras cortas con heladas y veranos muy calurosos. Esto puede parecer hostil para que una vid se acomode. Precisamente, ese esfuerzo que hace la vid en esta tierra, la brotación tardía y las grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, le dan el punto de azúcar y de acidez tan característico de la Verdejo.
Su uva es el reflejo de ese esfuerzo. Una uva, pequeña y de pedúnculo corto hacen unos vinos de color amarillo verdoso, con buena acidez y toques afrutados que recuerdan a aromas tropicales como la piña o el mango.
Con esta base es con la que comenzamos a idear nuestro Campillo Verdejo. El siguiente paso fue el darle a nuestros viñedos una viticultura natural orgánica que, si bien da menor rendimiento, la maduración es mucho más elevada. Nuestras uvas solo se alimentan de levaduras naturales salvajes.
Para cerrar el ciclo, nos pusimos manos a la obra con la elaboración. La uva entra en bodega directamente a la prensa donde se macera durante unas seis horas. Se prensa y el mosto se pasa a otro depósito para desfangar. A los dos días se trasiega el mosto limpio y comienza la fermentación alcohólica. Durante tres semanas observamos esa fermentación que se mantiene entre 14 y 16 grados.
Terminada la fermentación alcohólica, el vino se vuelve a trasegar junto con la lía fina y, durante los siguientes meses se remueve la lía una vez a la semana. De esta manera Campillo Verdejo va adquiriendo una crianza sobre lías que le da ese componente diferencial tan particular de nuestra nueva estrella Campillo.
¿Estamos preparados? Después de todo este proceso lo único que queda es descorchar una botella y probar el vino. Campillo Verdejo es un vino intenso, expresivo, con aromas tropicales y matices de hinojo, rama de tomate, y heno. Días de siega y piscina. Fresco y amable, dilatado en emociones y con un final muy largo.
Estamos ante una etiqueta que engrosa el portfolio de nuestra familia Campillo para placer de sus seguidores.