Cine de verano… elevando una copa.
Levantar una copa es símbolo de acción. En el cine cuando se brinda, hay cambio de plano. Besos, disparos o lágrimas son los que canalizan la emoción de tomar una buena copa de vino.
Leonardo DiCaprio en Django desencadenado interpretó a su primer gran villano a las órdenes nada menos que de Quentin Tarantino. Y el propietario de una plantación de algodón, Calvin Candie, le dio no solo para convertirse en uno de los memes cinematográficos más conocidos de internet, con su histrión esclavista agitando una copa de vino en plan chistoso, sino también para ejercitar su músculo interpretativo y cómico.
La larga secuencia de la cena a la que invita a los dos héroes de la película le da a Tarantino para escribir y dirigir una escena repleta de suspense, humor y violencia, donde se trazan interesantes analogías entre el rojo de la sangre y el del vino tinto.
Otro título que invita a brindar con vino es Un buen año, una película extraña en la filmografía de Ridley Scott en tanto parece más el sueño de una noche de verano de un hombre maduro que, más bien, una odisea de sangre y violencia como las que dirigió en Gladiator o Black Rain.
En la película, un cínico empresario de Wall Street interpretado por Russell Crowe descubre la buena vida y el amor tras heredar una propiedad en el sur de Francia… donde brindará con la bella Marion Cotillard en pleno atardecer.
Si buscan una película con viñedos esa tiene que ser Un paseo por las nubes, donde un todavía joven Keanu Reeves y la española Aitana Sánchez Gijón, en su gran aparición en el cine americano, se enamoraban y bailaban en plena vendimia. Un drama romántico de los de siempre en el que se captura en toda su belleza el proceso de elaboración del vino, líquido elemento con el que todos brindan a lo largo de la película.
Para apreciar el buen vino hay que saber vivir. Y si no, que se lo digan a Paul Giamatti y los maduros protagonistas de Entre copas, otra película – nominada a varios Oscar – que hace del vino y todo lo que lo rodea su razón de ser. Un prestigioso crítico de vino inicia un viaje con su mejor amigo en el que se redescubrirá a sí mismo y al amor. En la película de Alexander Payne, que como tantas otras delicias gastronómicas adopta forma de road-movie, hay brindis en la mesa por doquier. No se la pierdan.
Otra ronda propone otro viaje alrededor del alcohol algo más ambiguo. Un grupo de amigos se propone mantener ese “puntillo” de alcohol necesario para atreverse a todo en la vida pero, por el camino, descubre que el fondo de la botella – sea de lo que sea, vino, cerveza o whisky – quizá no contenga la felicidad que ansían (o al menos, para todos ellos).
Mads Mikkelsen protagonizó esta celebrada película danesa galardonada con el Oscar donde el buen beber lleva a sus protagonistas a otro tipo de experiencias.
