PARA TOMAR CON VINO…
El concepto bocata ha evolucionado mucho en los últimos años. Sin embargo, los conceptos clásicos siguen en plena forma. La parada en la carretera o el callejeo por el casco viejo de algunas ciudades nos guardan momentos muy sabrosos. El comer con la mano es una formula casi garantizada de existo. Damos ideas.
1.- CALAMARES
Este clásico español por antonomasia parece asociado de por vida a la Plaza Mayor, pero es tan fácil de preparar y de disfrutar que puede exportarse a cualquier situación, país o tesitura. Prepararlo es tan fácil como abrir el pan y poner los calamares, que naturalmente tienen que estar bien fritos y preparados.
Lo mejor es comprar el calamar fresco y prepararlo nosotros, empanándolo a nuestro gusto y procurando no pasarnos con el aceite o la harina (si no, mejor escurrirlo antes sobre una servilleta de papel). Así el resultado y el sabor están garantizados. Si lo acompañamos de mayonesa, mejor que mejor. Y una copa de Marqués de Vitoria crianza es un maridaje que no falla.
2.- MORCILLA
La morcilla de Burgos es un alimento típicamente español, y si va comprimida entre dos panes, más todavía. Rica en proteínas, hierro, vitaminas, resulta además recomendable para personas con bajos niveles de sodio. Naturalmente, es lo bastante contundente en todas sus variantes como para admitir ser acompañada por un vino. Pero su sabor se puede matizar con muchos elementos distintos: morcilla con piñones, morcilla con arroz. Otros elementos como queso, membrillo, salsa brava, lechuga, aceitunas… incluso con otra carne. La morcilla puede que no sea un plato para todos, pero seguramente es porque no lo han probado. Abre una botella de Portia Tinto Crianza y a disfrutar.
3.- SARDINAS EN TOMATE
Las sardinas, con su alto contenido en fósforo, ayudan a los huesos y la piel, además de ser saludables para el corazón gracias al omega 3. Si a las sardinas añadimos tomate y un pan de calidad, bien crujiente (con uno de tipo baguette vale) el resultado es una delicia apta para todos los paladares y bolsillos.
Naturalmente, existen variaciones, y podemos añadir cebolla, mostaza, queso, mayonesa, aguacate… Escojan ustedes, pero el orden de los factores no altera el producto. El bocadillo de sardinas siempre es una buena opción, y además, accesible a todos los bolsillos. La idea de una copa de Campillo Blanco Fermentado en Barrica es muy estimulante.
4.- ATÚN CON PIMIENTOS
Es irrebatible que el atún y los pimientos combinan perfectamente. Y en un bocadillo más. Recomendamos utilizar el pan más crujiente posible, aceite de oliva y un queso fresco y suave que ayude a que esta receta, ideal para primavera y verano, entre a la perfección con un buen vino.
Hay que tener en cuenta que no hace falta calentar este bocadillo, lo que lo hace ideal para disfrutar en cualquier excursión o en el recreo o la pausa de trabajo. Como siempre, admite variaciones, como con cebolla confitada a añadir sobre el queso cremoso. Abrimos una botella de Fortius Blanco Chardonnay y tenemos una merienda perfecta.
5.- VEGANO
La vía vegana es obligatoria hoy en día. Sobre todo porque esta opción no extirpa el sabor del bocadillo, y sin embargo sí posibilita que todos puedan disfrutar del sabor de este alimento básico. Un bocadillo vegetal contundente y apto para tomar con vino puede llevar ingredientes tan comunes y deliciosos como champiñones, tomate, lechuga y aguacate, aunque naturalmente la combinación puede variar.
¿Qué tal añadir espinacas, bien regadas de aceite de oliva, o complementarlo con otros ingredientes? Se prepara en dos segundos y se disfruta con intensidad. Como siempre, la calidad del pan es vital para el resultado. Algunos de los Faustino Art Collection es perfecta.
6.- PASTRAMI
El pastrami le añade un delicioso toque de carne roja a nuestra lista de bocadillos. Esta carne de ternera en salazón y sometida a un proceso de salmuera, cuyo origen se sitúa en la cocina judía de Rumanía y Hungría y que se acabó de popularizar en EEUU, es perfecta para disfrutar en un tierno bocadillo.
Marida a la perfección con vino, pero también con pepinillos y mostaza, además de algún elemento verde y vegetal como la lechuga o la rúcula. Con muy poco obtenemos mucho, un bocadillo tostado sabroso y contundente, pero también diferente por su peculiar combinación de especias. La idea de un Faustino Reserva entre bocado y bocado nos va a dar muchos momentos de gloria.