La vida son momentos.
La barbacoa es sinónimo de aire libre, familia y amigos. Al principio del verano las hacemos para celebrar que nos reencontramos y que empiezan las ansiadas vacaciones. Al final del verano, nada mejor que otra barbacoa para despedirnos y atesorar buenos recuerdos para el duro retorno a la rutina. Tampoco hacen falta excusas.
En cualquier caso, una barbacoa siempre es bienvenida. No hay que pensar solo en panceta y chorizos, ni en cerveza a mansalva. Barbacoas hay muchas, incluso sanas, y vinos para acompañarlas, también.
LA CLÁSICA
Empecemos por la barbacoa clásica, esa a la que invitamos a la familia, cuñados incluidos. Aquí el protagonista es el cerdo. Si le damos a la panceta, la morcilla, la butifarra, los costillares y los chorizos. Lo mejor es controlar antes nuestros niveles de colesterol después del verano.
Pero una vez superado esto, es hora de empezar a preparar salsas. Las barbacoas de carne de cerdo son las que más condimentos admiten. Podemos acompañarlas con salsa barbacoa, con un chimichurri argentino, con mojos canarios, o simplemente con hierbas del campo.
Para maridar con este tipo de barbacoas los mejores vinos son los tintos pero que no sean muy rotundos, con un toque de fruta para que contraste con las especias de las salsas, y por qué no, algún carbónico también. Los crianzas de Marques de Vitoria son perfectos y ponemos a enfriar también unas botellas de Rosado de Capillo, porque en la variedad está el placer.
BRASAS Y PESCADO
Ideales para las cenas estivales. El aroma del carbón y de la parrilla con los pescados hacen una pareja de cine. Tanto si son pescados azules o blancos, suaves o grasos, todos aceptan a la perfección la brasa.
No pueden faltar unas buenas sardinas, con tripas para los más puristas, sin ellas para los más tiquismiquis. Pero además una sesión de caballas, xurelos, navajas, almejas o sepias serán un éxito seguro. Un truco, al hacer una barbacoa marina, la distancia entre el pescado y las brasas es fundamental.
Deben estar al menos a 20 centímetros para no socarrar el pescado y que se quede crudo por dentro. Los aliños, un sencillo ajo/perejil y aceite, y para el que le guste, unas gotitas de limón o vinagre, y listo.
Para maridar los pescados lo mejor son los vinos ligeros, blancos a poder ser, aunque los rosados también combinan con el sabor ahumado del pescado. Mucho hielo y toda clase de cavas de Faustino son los compañeros perfectos.
PARRILLADA DE VERDURAS
Las verduras no suelen ser lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de barbacoas, pero no por ello dejan de ser deliciosas. Las mejores verduras para preparar a la brasa son: la berenjena, por supuesto. Las zanahorias, los pimientos de todos los colores, las cebolletas, el calabacín, los tomates, los puerros y el maíz.
Unas mazorcas de maíz con su mantequilla, sal y pimienta pueden servir de aperitivo mientras se cocinan el resto de verduras. Si es temporada, también podemos añadir unas setas que le darán un toque diferente, y ya está.
Barbacoa lista para veganos, vegetarianos y omnívoros, no hay discusión. También se pueden preparar aliños y salsas para alegrar el festín. Salsas como la romescu o la tártara pueden ser una buena elección. Algo de carne no está excluido y los rosados de Faustino, Campillo o Marqués de Valcarlos pueden ser perfectos.