ASADOS FRÍOS Y BIEN ACOMPAÑADOS

//ASADOS FRÍOS Y BIEN ACOMPAÑADOS

ASADOS FRÍOS Y BIEN ACOMPAÑADOS

Sano, limpio y nutritivo

 

Los asados, esos grandes aliados de la cocina y de la buena salud. Son sin duda una de las formas más saludable de cocinar los alimentos. Realzan su propio sabor, no se utilizan grasas, por lo que el aporte calórico es el justo y necesario, mantienen la mayoría de los nutrientes y no hay que limpiar la cocina después… ¿quién se puede resistir a un asado?

Otra de las ventajas que le podemos encontrar a los asados es que muchos de ellos se pueden dejar hechos y comerlos en frío, llevarlos de picnic o a alguna reunión familiar. Aquí os proponemos 4 de los más fáciles y socorridos y, por supuesto, los mejores vinos para acompañarlos.

1. ROASTBEEF

El roastbeef es una de las carnes que si le das el punto justo, es de los bocados más deliciosos que te puedes llevar a la boca. Se puede tomar frío o caliente, admite todas las guarniciones y salsas que le quieras poner y marida tanto con blancos como con tintos.

Todo tiene su ritual y la mejor manera de que el roastbeef nos quede espectacular, de primeras, es eligiendo una buena pieza de carne. Los mejores cortes para que quede jugoso es el lomo (alto o bajo), espaldilla, costillar, redondo y solomillo. Si se le quiere dar un toque especiado, admite todas las especias que queramos, y si no, pues sal y pimienta como toda la vida.

Para asarlo y que no se cueza, lo mejor es ponerlo en rejilla y que el jugo vaya cayendo. Habrá que calcular unos 15 minutos por cada kilo de carne si lo queremos poco hecho o 20 minutos si lo queremos más hecho. Siempre tendrá que reposar unos 20 minutos para comerlo, pero como nosotros lo vamos a lonchear y comer frío, se puede quedar durante 2 días tranquilamente. 

Y para acompañarlo, un Portia Tinto Crianza resulta perfecto. Ahora  bien, para los más atrevidos, intentadlo con un Sherry, los olorosos le dan un toque cuanto menos curioso.

2. ESCALIBADA

Pues vamos con las verduras. Unos pimientos asados, berenjena, cebolla, tomates y ajo… la escalibada es un plato tan sencillo como sabroso. Cada uno tiene su receta, pero en general, el horno para las verduras es ideal, les hace conservar toda su jugosidad y las propiedades que tienen en crudo.

Un chorro de aceite de oliva virgen extra, un poco de sal y a mojar pan. ¿Su vino ideal? Un Marqués de Valcarlos Rosado le puede ir muy bien.

3. POLLO AL AST

Cada maestrillo tiene su librillo, y en cuanto a cómo hacer un magnífico pollo asado, hay muchas teorías, que cada cual aplique la de su abuela.  Seguro que triunfa.

Cuando un pollo asado está bien hecho es uno de los platos más agradecidos del mundo. Y comerlo frío acompañado de un Cava Faustino, una práctica muy british.

Una salida al campo con unos muslitos de pollo asado, con su romero, su tomillo. Y un espumoso bien frío es una de las experiencias más placenteras de la primavera.

4. PASTELES FRÍOS DE PESCADO

¿Un paste de pescado? De atún, de cabracho, de merluza. Ideales para cenas, brunch, aperitivos, para llevarlo a un picnic o al trabajo. Los pasteles fríos de pescado se adaptan a cualquier momento y son tan fáciles de preparar. Huevos, nata y todo lo que queramos poner. Tan sufridos como agradecidos. Su mejor compañero siempre será un blanco de Bodegas Campillo  que no “cierre” los suaves