Lo bonito siempre vive.
El vino es arte, y todo lo que lo rodea respira de ese halo de buen hacer, de cultura y de deleite. Las barricas, ese útero primordial donde el vino crece, madura y se transforma, también lo es.
Madera, fuego, acero… La delicadeza con la que se fabrican, el tiempo que pasan en bodega, los matices que aportan al vino son parte de nuestros vinos. Todo eso merece que, al cumplir con su misión, les demos la oportunidad de una segunda vida y que, por sí mismas, se conviertan en puro arte.
Cuando visitamos una bodega y vemos todas esas barricas apiladas, testigos de años y años de crianza, ¿A quién no le ha apetecido tener una en su casa?
Para ello, Barricarte, una empresa nacida en el corazón de La Rioja, puso en marcha un proyecto precioso para darle esa segunda vida a las barricas, y de paso, darnos la oportunidad de disfrutar de ellas de una manera original y curiosa.
Barricarte son artistas de diferentes ramas, de la pintura, el diseño, la escultura… que han unido su pasión por el vino y el arte convirtiendo las barricas en piezas eternas.
Sus trabajos abarcan cuatro tipos de barricas, según necesidades… Barricas decorativas, publicitarias, artísticas y artesanas. Tanto si eres un particular que quieres disfrutar en tu casa de una pieza única o una bodega que quiere lucir su imagen en sus envases más preciados, Barricarte transforma una marca en una obra artística.
Un jardín, un salón, un porche, un txoco son lugares muy placenteros para cualquier amante del vino. Una barrica bien restaurada es un elemento de decoración que enriquece cualquier rincón.
Muchas son las bodegas que se han unido a esta iniciativa y que ya dan una segunda y honrosa vida a sus barricas viejas. Barricarte pule, restaura y pinta a mano sobre la sugerente superficie de la barrica cualquier imagen corporativa, como la serie de barricas que han realizado para el Grupo Faustino, con sus imágenes más emblemáticas.
Las barricas artísticas son absolutamente personalizadas y únicas. Un lienzo particular que con su volumen ya aporta un toque de originalidad a cualquier creación que queramos plasmar, ya sea un recuerdo familiar como nuestro cuadro favorito.
Otra de sus modalidades es la artesanía en barrica. Aquí el límite lo pone la imaginación… cualquier barrica transformada en botellero o en macetero es una alternativa ecológica al reciclado de la barrica. Crear un mostrador, una mesa y, por qué no, un sillón hecho de barrica todo lo que se nos pueda ocurrir, ellos lo hacen realidad. Te animas a poner una barrica en tu vida? Seguro que no te arrepentirás.
