El arroz tiene muchas vidas
Los arroces caldosos son guisos que, en los días fríos, “levantan a un muerto” que dirían nuestras abuelas. Platos sabrosos, llenos de sustancia y de textura delicada.
Tanto si los comemos fuera como si los preparamos en casa, aquí van nuestros cuatro maridajes para los arroces caldosos más ricos del mundo mundial.
Lo primero a tener en cuenta, y si lo que vamos a hacer es prepararlo en casa, son tres reglas básicas. Un buen sofrito, un fondo sustancioso y la elección correcta del tipo de arroz. Un bomba, Calasparra, Senia, Albufera… Son los arroces más adecuados, y para cocinarlos, cuatro medidas de caldo por cada medida de arroz. Infalible.
ARROZ NEGRO CALDOSO CON CALAMARES DE POTERA
Los arroces negros son éxito seguro. Normalmente los tomamos en verano, en la playa y con mucho sol, pero la versión caldosa, bien calentita, es la mejor opción para los duros días de enero.
Empezamos pochando un poco de ajo, los calamares, la tinta y cuando estén se echa un chorrín de vino blanco. Se reduce y añadimos salsa de tomate, un poco de guindilla, pimienta, laurel y un poco de perejil y se guisa unos 10 minutos. Ya solo queda añadir el arroz, el azafrán y un buen caldo de pescado. El resultado es un plato 10.
Una botella de Fortius Blanco Chardonnay que nos ayudó a dar sabor al caldo sigue funcionando en una copa cuando servimos a los invitados.
ARROZ CALDOSO CON CARABINEROS
Este es un clásico junto con el arroz con bogavante. La intensidad del sabor que le aportan los carabineros lo convierte en un plato de otra dimensión. Un buen fondo de pescado de roca, las cabezas de los carabineros, puerro, tomate, pimentón y azafrán.
El sofrito clásico, ajo, cebolla, pimiento rojo y verde y tomate. Un arroz Bomba y sus 20 minutos de cocción. Un buen grupo de amigos es fundamental.
La profundidad de los aromas del carabinero lo hacen congeniar con un Faustino Art Collection que tenemos vigilando en la cocina no muy lejos del fuego.
ARROZ CALDOSO CON NÍSCALOS
No es época de setas, pero las podemos encontrar congeladas, en conserva o deshidratadas y nos servirán de la misma manera. La forma de hacerlo es sencilla.
Se pocha la cebolla, se añaden tomates rallados, un poco de comino, tomillo y se deja reducir. Cuando ya está reducido se añade el arroz y los níscalos y se le da un par de vueltas.
Ahora ya es el momento de ponerle un caldo de verduras, cúrcuma para darle color o azafrán si se prefiere, y cuando rompa a hervir, a bajar el fuego y a esperar que se haga el arroz.
Es una variedad del arroz de pastor, pero más vegetariana. También admite unos tropezones de carne. Lo podemos maridar con un Marqués de Vitoria tinto crianza y disfrutar del fuego que tenemos a nuestro lado.
ARROZ CON LECHE
Solemos tomar el arroz con leche frío y de postre, pero en otros países, como por ejemplo Noruega, el arroz con leche es un plato caliente y principal… Y no es mala idea.
Para preparar este arroz, la proporción de arroz sobre la de leche debe ser la mitad que la de un arroz convencional. Cocinado a fuego muy lento y sin dejar de mover, la textura de esta crema de arroz es impresionante. El azúcar y la mantequilla la añadimos al final y ya con el fuego apagado. Pura delicia.
Los vinos tintos acompañan a este energético plato, como un Portia Roble es casi una visita al bosque. Deliciosa idea…