Uva Garnacha, todo el mundo quiere bailar con ella.
La garnacha tinta es la segunda variedad de uva más cultivada en España tras la tempranillo. Como curiosidad, se habla simplemente de garnacha para referirse a la tinta o noir, aunque dentro de esta cepa hay tres tipos diferentes de uva que también cuentan con una gran consideración en el mundo del vino, la garnacha blanca, la garnacha peluda y la garnacha tintorera.
La garnacha tinta madura tarde, por lo que necesita condiciones secas y cálidas como las que encuentra en el interior de España, de donde es originaria, concretamente de Aragón. En la actualidad se cultiva en las provincias de Zaragoza, Toledo, Navarra, La Rioja, Madrid y Tarragona. En el resto del mundo crece en la isla de Cerdeña, en el sur de Francia, en Australia y en el Valle de San Joaquín, en California.
Entre las características de la garnacha tinta destacan su sabor a frutos rojos y un punto picante. Los vinos elaborados a partir de esta uva son muy propensos a la oxidación y tienden a carecer de acidez, taninos y color. A menudo se ensambla con otras variedades como syrah, cariñena, tempranillo y cinsaut.
Esta variedad se emplea tanto para la elaboración de vinos tintos y rosados, como cavas y vinos dulces. En concreto, en España se encuentran tanto monovarietales elaborados a partir de garnacha tinta, sobre todo en las regiones vitivinícolas del sur de Aragón, como Calatayud, Cariñena y Campo de Borja, como ensamblada con tempranillo en algunos vinos de La Rioja.
También es la gran estrella a la hora de elaborar excelentes vinos rosados en Francia y España. En Francia principalmente en las denominaciones de origen Tavel, en Languedoc-Rousillon, y Côtes-du-Rhône; y en España, en Navarra. Con esta variedad se obtienen rosados muy aromáticos, frescos y florales que recuerdan la frambuesa.
Además, el alto nivel de azúcar de la garnacha hace que se use habitualmente para crear vinos fortificados, incluyendo los vins doux naturels o vinos dulces naturales de las denominaciones de origen francesas Rousillon y Banyuls, así como para la mayoría de los vinos australianos fortificados.
Además, en la actualidad y gracias a la aplicación de fermentaciones y maceraciones largas, así como regímenes de temperatura más reducidos que los practicados habitualmente, su potencial enológico se ha ampliado. De hecho, a partir de ella se obtienen vinos de alta graduación y muy afrutados.
Igualmente es usual encontrarla en la producción de crianzas mezclada con otras cepas como cabernet sauvignon, graciano, macabeo, syrah y tempranillo, a las que aporta acidez.
Uno de los mejores ejemplos de cavas elaborados a partir de garnacha tinta es el Cava Faustino Rosado. Este producto monovarietal es un vino espumoso limpio, brillante, afrutado, fresco, amable, con buena acidez y equilibrado.
Se trata de un cava perfecto para acompañar carnes frías, aves asadas y confit de pato. También con patatas guisadas o al horno y setas a la plancha. Resulta muy bueno con pescados, cóctel de marisco, mariscos a la sal o arroces marineros elaborados a base de pescado y marisco. También con quesos de larga curación o muy sabrosos, tipo roquefort o cabrales. Y, por supuesto, el no va más es con caviar.