Tres noches con encanto y vino en Álava

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Tres noches con encanto y vino en Álava

Un fin de semana romántico, con rincones mágicos que descubrir, pueblos medievales, caminos frondosos y evocadores por los que perderse… Al final del día, un refugio donde pasar la noche y disfrutar del merecido descanso y del buen vino de la tierra… Álava es eso y mucho más.

Álava es la provincia vasca con mayor extensión de tierra y paisaje más variado de todo el País Vasco. Si a esto le añadimos la gastronomía de la zona y sus vinos con denominación de origen, elegimos Álava como destino preferido para organizar una escapada romántica en el mes del amor. Los hoteles con encanto son una apuesta segura para un fin de semana en pareja. Aquí os dejamos nuestros 3 favoritos.


Tres noches con encanto y vino en Álava

Hotel Arcos de Quejana, Amurrio

Entre Bilbao y Vitoria y en medio de un valle espectacular, el de Ayala, está este pequeño hotel. Un antiguo palacio del siglo XVII, restaurado y rodeado de un paisaje que calma la vista y el alma.

Dieciséis habitaciones y un apartamento privado, ideal para familias, que desde hace veinte años ofrecen su hospitalidad y trato familiar.

En los alrededores y para ir haciendo apetito podemos empezar por un paseo por el conjunto monumental de Quejana. Quejana es un pequeño currucho medieval puesto en medio del valle. En su día fue un convento de monjas dominicas, pegado a la Casa de los Ayala, que hoy es un museo en el que se cuenta la historia de esta familia.

Si preferimos hacer una incursión por la naturaleza, el salto del Nervión es ideal. Un paseo por el hayedo que lo cobija y un mirador precioso sobre el precipicio para ver el salto del agua completan la experiencia. Para los gastrónomos sugerimos una visita a las queserías de alrededor y probar los vinos de Marqués de Vitoria y algún txakoli de la zona. En la vinoteca de Arcos de Quejana se pueden encontrar estos vinos y muchos más.


Tres noches con encanto y vino en Álava

Hospedería Los Parajes, Laguardia

Laguardia es uno de los destinos preferidos de los amantes del vino. Su centro histórico que navega como un barco sobre los viñedos, sus cuevas subterráneas recorriendo todo el casco, las innumerables tascas en las que deleitarse con los manjares de la tierra. Un pueblo para la escapada perfecta.

La histórica hospedería de los Parajes además nos agasaja con su propio centro de spa con hammam, terapias de vinoterapia y una bodega del siglo XV en la que degustar los vinos de esta denominación de origen de la Rioja Alavesa. Hay dos restaurantes, pero La Estrella es su calado, auténtica obra de ingeniería para unos y santuarios de los aperitivos para otros. Aquí, la comunión de vino y relax es su seña de identidad. Una visita a Bodegas Campillo, con su colección de arte son el complemento perfecto.


Tres noches con encanto y vino en Álava

Hotel Rural Izki, Maeztu

Hay un delicado placer en salir al balcón de esta casa rural. La Montaña Alavesa es el telón de fondo de esta casa rural. En Maeztu la naturaleza y el patrimonio artístico conviven de manera fluida, se funden la una con el otro y hacen de la experiencia de visitar estos valles un momento especial.

Pasear por los bosques de roble marojo del Parque Natural de Izki, contemplar los pequeños ríos que los atraviesan y, si hay suerte, ver algún animalillo que otro, son, entre otras, las experiencias que podemos vivir en este sencillo cruce de caminos.

En la zona todo el mundo sabe que a la hora de comer, una parada en Izki, es éxito seguro. Setas en otoño, verduras en invierno y buenas carnes todo el año, que la tierra aquí es generosa. Los vinos de Marques de Vitoria no faltan.