Las brasas se van a la huerta
Ha llegado el momento de cuidarse y neutralizar los estragos del verano. Si bien en septiembre todavía nos quedan ganas de juerga y hay que empezar a mirar los niveles de colesterol y triglicéridos que han campado a sus anchas durante los meses de verano.
Podemos seguir organizando saraos, pero con más mesura. Así que ofrecemos los mejores consejos para una rica barbacoa. Eso sí, nada de carne, solo verdura y alguna buena botella de vino como el original pack Septiembre de Grupo Faustino
1.- Empecemos por preparar la parrilla. Para una buena parrillada de verduras tenemos dos opciones, una, utilizar una parrilla que vaya sobre las brasas de la barbacoa. Otra, envolver las verduras en papel de aluminio, enteras, y que se hagan en su propio jugo.
2.- Los ingredientes que siempre tenemos que tener a mano son:
- Aceite de oliva virgen extra. Y a placer, además, no hay que ser rácano a la hora de echar el aceite. De la generosidad dependerá el éxito de la parrillada. No hay que pasarse.
- Sal: una sal sin químicos, a poder ser en escamas como la maldon o gruesa. Y siempre, siempre, echarla una vez cocinada la verdura, si no, la secará.
- Pimienta: Cualquier pimienta es buena para la verdura, la blanca, negra o de colores… y recién molida, mucho mejor.
- Especias y hierbas. Aquí hay que dejar paso a la imaginación, cada día nos puede apetecer un condimento distinto, romero, tomillo, curry, cominos… Cualquier cosa que se nos ocurra seguro que le va bien.
- Aquí sigue la imaginación al poder, cualquier salsa casera le irá bien. Mojo picón, chimichurri, ali-oli, miel y mostaza… Elaborar nuestra propia salsa nos llevará a sabores nuevos.
3.- Y ahora llega el momento de elegir qué verduras queremos meter en nuestra parrillada.
Imprescindible siempre unas patatas y unas zanahorias. Y como la cocción en barbacoa no es de las más sanas del mundo que digamos, lo mejor es acortar tiempos de cocinado, por eso, si cocemos o hacemos previamente un poco al vapor las piezas, necesitarán menos tiempo de cocción y quedarán blanditas por dentro y crujientes por fuera… una delicia.
Otros dos must de la parrillada: Las berenjenas y el maíz. La berenjena casi es mejor cortarla a lo largo, así tendremos filetes ricos y jugosos y se cocinan en unos 8 minutos, 4 por cada lado.
El maíz, siempre en mazorca, es mucho más apetecible, coger esa mazorca tostadita, untarla con mantequilla, sal y pimienta y empezar a roer como si no hubiera un mañana.
Con puerros y cebollas se nos hace la boca agua. Enteros, tal cual dios los trajo al mundo… como en los calçots. Las primeras capas estarán rostizadas y las de dentro como pura mantequilla.
Tomate, más o menos un minuto por cada lado y quedará jugoso y suave como un kaki maduro.
Estos son los clásicos de la parrillada de verduras, pero si somos más atrevidos, nos podemos decantar por poner unas lechugas o endivias… deliciosas y originales.
A la hora de empezar a cocinar, pondremos siempre los más duros al principio y poder sacarlo todo a la vez. La maldición de la barbacoa es siempre que el pobre cocinero no hace más que ahumarse e ir sacando comida al resto de comensales que, a la media hora se han olvidado de que existe el artífice de tan exquisitas viandas… pero en el caso de las verduras, si utilizamos una fuente de barro que guarde el calor, se puede comer todo a la vez y sin estrés.
Ya solo queda echarle la sal, el chorro de aceite y las especias… y a comer, que son dos días!