La cuchara siempre entona.
Verduras, legumbres, frutas, cereales. Las cremas en invierno son el entrante perfecto o la cena ligera con la que quedarnos saciados y alimentarnos bien.
Es cierto que a veces la expectativa de cenar una crema ligera nos puede dejar un poco “fríos”, pero ese es el momento de maridarla con una rica copa de vino y la cosa cambia. Es más el tema da un giro de 180 grados y la temperatura también.
Para empezar, hablemos de los beneficios que nos aportan las cremas de verduras. Hidratan, gracias a su contenido de agua. Sus vitaminas son una gran ayuda contra el envejecimiento celular. Ayudan a combatir la retención de líquidos gracias al potasio. Y como las clásicas ya nos las sabemos todos, vamos con algunas más originales para darle un poco de color.
CREMA DE LECHUGA Y ESPINACAS CON BAYAS DE GRANADA
Me ha dicho mi endocrino que esta crema es saciante, ligera y con un aporte de vitamina C y ácido fólico extra. Si la queremos más espesa le ponemos unas patatas y si no, tal cual, se emulsiona al batirla y punto.
Pochamos cebolla, se añade la patata, la lechuga y las espinacas. Sal, pimienta y se cubre de agua. Cuando está todo cocido, se deja enfriar un poco y se le pone una o dos cucharadas de nata. Se pasa por el chino o se bate y ya está.
Si la tomamos en frío, unas cuantas bayas de granada le dan el crunch y la dulzura precisa para hacerla un plato completo. La garnacha de nuestro Faustino Art Collection Rose acompaña esta crema y la convierte en un platazo.
CREMA DE BONIATO Y NARANJA
No hay mejor momento que el mes de noviembre para los boniatos o batatas y para las primeras naranjas que empiezan a llegar.
Esta crema compuesta por estos dos regalos de la naturaleza, es perfecta para mantener el cuerpo sano y nutrido durante los meses de invierno, así que es un imprescindible de la comida sana.
Es tan sencilla como saltear los boniatos con aceite, un poco de cúrcuma y dejarlo pochar. Después se cuece durante 15 minutos y se salpimenta.
Se añade el zumo de dos naranjas y punto. Podemos poner unas semillas de lino como topping. Solo el color, ya invita al festín. Un Cava Faustino Brut Reserva es perfecto para el maridaje.
CREMA DE PUERROS Y MANZANA CON TOPPING DE BRÓCOLI
El puerro y la manzana son otros de los vegetales que más vitaminas nos aportan y que siempre tenemos en casa. La elaboración es sencilla, como el resto. Se pocha el puerro, se añaden los tacos de manzana, se echa unas cucharadas de nata líquida y se salpimenta. Luego se tritura todo y se afina la textura.
Podemos tostar en una plancha bolitas de brócoli a modo de cuscús, que queden bien crujientes y se las ponemos de topping. Una botella Fortius Blanco Chardonnay es una buena compañera para acompañar nuestra sana creatividad.
CREMA DE SOPAS DE AJO
Este clásico del invierno, convertido en crema es una versión 2.0 de la sopa que ha calentado estómagos en España durante siglos. Y si aquí sigue, será por algo. Incluso mi madre daría el visto bueno.
Convertirla en crema además de proporcionar elegancia y finura, la convierte en un plato estrella. Tan fácil como preparar unas sopas a la manera tradicional… dorar ajos, echar pimentón, añadir el pan cortado en láminas, saltear todo y echar agua y ponerla a cocer. Después se bate todo y se sirve, bien con picatostes o con unas virutas de jamón.
A esta energética crema qué mejor que la uva patria por excelencia, la tempranillo. Un Campillo Crianza nos permite muchas alegrías con esta creación.