Llevamos miles de años consumiendo vino y parece que todavía no hemos aprendido. En realidad apreciamos ahora el vino mucho más que hace un tiempo. El trabajo de los enólogos y productores han generado un producto que, en términos objetivos, tiene mucha más calidad que el que se ofrecía hace décadas.
Por eso conviene que nosotros, los consumidores, pongamos algo de nuestra parte para que esa labor tan sacrificada no se eche a perder por algunas malas prácticas o por ideas absurdas aprendidas en alguna ocasión. Beber una copa de buen vino es un placer reconocido por todos, así que no vamos a estropearlo por un mito que vaya en contra de las leyes de la lógica. Estos son los cinco mitos y errores que nunca deberían haberse planteado en la historia.
01.- El vino tinto se sirve a temperatura ambiente.
El termómetro tiene un sentido. Cada vino tiene una temperatura óptima de consumo, y normalmente la de los tintos es más alta que la de los blancos. Un tinto crianza mostrará sus mejores cualidades alrededor de los 17º, mientras que los reservas necesitan uno o dos grados más. Así que los vinos se sirven a temperatura ambiente si ésta coincide con la que resulta adecuada.
En otro caso habrá que hacer lo necesario para conservarlo y servirlo de manera que nos ofrezca todas sus posibilidades. No podemos tirar por la borda todo el trabajo de los vitivinicultores por una idea trasnochada a la hora de servirlo.
02.- Cuánto más caro el vino, mejor será
Ya somos mayorcitos para saber que esta afirmación no se cumple en casi ningún aspecto de la vida. Está claro que la calidad tiene un precio, pero no todo lo de alto precio es de alta calidad. Además, lo importante a la hora de apreciar un vino tiene que ver con cuestiones muy personales, que no siempre tienen una equiparación en el precio de la botella. Hay que saber qué nos gusta de cada vino, y luego buscarlo y apreciarlo. La capacidad de disfrute y las sensaciones de cada momento son valores que nos hacen tener un valor muy particular a cada botella de vino.
03.- La carne se sirve con vino tinto y el pescado con blanco
El vino no es una paleta de colores. La combinación entre el vino y la comida es un mundo complejo que esta afirmación tan simple no puede tomarse como norma definitiva. El maridaje tiene que ver con equilibrio, con una buena combinación que potencie olores y sabores. Los platos fuertes necesitan vinos con cuerpo, pero encontrar la pareja perfecta también tiene que ver con los gustos de cada uno. Blanco, tinto o rosado son valores cromáticos que tienen que “relacionarse” con productos y gustos personales.
04.- Hay que descorchar la botella media hora antes de servirlo
Es cierto que algunos vinos necesitan oxigenarse antes de ser consumidos, pero descorchar la botella no suele ser suficiente. Si el vino lo necesita, y algunos tintos sí lo piden a gritos, lo que hay que hacer es decantarlo, pasarlo a otro recipiente específico y con la forma adecuada para que se lleve a cabo ese proceso.
05.- El vino mejora con el paso del tiempo
Es una excusa barata, sobre todo cuando se dice algo del estilo de “tal señor mejora con los años, como el vino”. Algunos vinos, si se guardan en condiciones óptimas, pueden desarrollar diferentes características que tenían latentes pero en una inmensa mayoría de los casos el paso del tiempo no hace más que deteriorar el producto. Incluso pueden ser una inversión… pero como cualquier producto vivo… el vino evoluciona. Tiene un punto óptimo y un inicio del declive… Abrirlo y disfrutarlo es casi una obligación.