En la plaza siempre hay alegría.
Llega el verano y con ellas las tan ansiadas fiestas populares en todos los pueblos de la geografía española. Tradiciones culturales, romerías, actividades infantiles, verbenas, gastronomía… y sobre todo, vino. Mucho vino para festejar a ritmo desenfrenado la devoción por el santo patrón que toque.
Cerca de la Nacional I, a la orilla del Duero, las fiestas adquieren otra dimensión, y es que la DO de sus vinos las hace mucho más atractivas como objetivo fiestero del verano. Ven al pueblo, échate un baile y disfruta… que la vida son dos días…
Lerma.
Lerma es uno de los pueblos más bonitos de Castilla y León, con una riqueza patrimonial excepcional y por tanto siempre apetece visitarla. Pero si además la visita coincide con alguna de sus fiestas populares, el placer está asegurado.
Durante el mes de agosto Lerma celebra su mes del Barroco. El famoso Duque de Lerma, en el siglo XVII, para disimular la decadencia del Imperio, organizaba fiestas descomunales en su ciudad para convencer a propios y extranjeros del esplendor de la Corte.
El primer fin de semana de agosto, todos los años en Lerma se reproduce esta fiesta, todo el pueblo se viste de gala, a la antigua usanza, y organizan bailes, títeres y pasacalles para deleite de todo el que va. La buena gastronomía y el vino de la tierra están a la orden del día durante estos días también.
Y si quedan más ganas de volver a Lerma, la Festividad Patronal en honor a la Natividad de Nuestra Señora, en septiembre.
25 peñas festejando día y noche la devoción de su virgen, la Virgen de Manciles. El 8 de septiembre es su fiesta mayor, pero el pueblo de Lerma, durante una semana, se echa a la calle, y entre verbenas, pasacalles y buen cordero, celebra el fin del verano por todo lo alto.
Aranda de Duero.
Sus fiestas patronales son en honor a la Virgen de las Viñas y suele coincidir con la segunda semana de septiembre. A la hora de hablar de vino aquí no se andan con tonterías…
El origen cuenta que un pastor dijo haber visto una aparición de la Virgen y nadie le creyó, para demostrarlo, enseñó el racimo de uvas que la Virgen le dio en una época en la que era imposible que creciera el fruto. De ahí que se la llamase la Virgen de las Viñas.
En Aranda celebran a su Virgen por todo lo alto. Una semana llena de escenarios con conciertos (en 2018 actuaron Coque Malla y Blas Cantó), gigantes y cabezudos, teatro, romerías y un certamen de artistas callejeros que anima cualquier paseo que se dé por el pueblo.
12 salvas como 12 soles y el cañonazo que da comienzo a estas fiestas donde los arandinos lo dan todo como si no hubiera un mañana.
En Aranda durante esos nueve días de celebración se mezclan las tradiciones más ancestrales (casi todas alrededor del toro) y la diversión más actual, con sesiones de DJs que hacen las delicias de la chiquillería.
Son tan populares en la zona que es aconsejable reservar con tiempo si se quiere acudir a ellas.
Gumiel de Izan.
La Asunción y San Roque son los dos responsables de los festejos de Gumiel. Este pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico celebra a su Virgen el día 15 de agosto como la mayoría de pueblos de España, y el 16 a su Santo San Roque.
A las 00 horas del día 16 es curioso ver la bajada a la ermita de San Roque con su tradicional baile de jotas en la ermita. Allí todos los años se subastan también las uvas de San Roque, las primeras recolectadas en el pueblo y con el dinero que recaudan en la subasta mantienen los gastos de la ermita. Estas fiestas son el preludio de la tan esperada vendimia, que en estas tierras son una institución. Si a esto unimos una visita a Bodegas Portia… el fin de semana es perfecto.
Peñaranda de Duero.
Llega Santiago y cierra España. Multitud son las localidades que festejan Santiago por toda España, y Peñaranda de Duero es una de ellas. A Santiago se le suma Santa Ana, patrona de su Colegiata y a la que se le canta una salve todos los 25 de julio a las doce de la noche.
Durante estos dos días, 25 y 26 de julio, Peñaranda se engalana, saca sus mejores manjares y caldos y celebran a sus santos. En estos días también se inaugura el verano cultural de la Villa de Peñaranda, otra excusa perfecta para visitar este pueblo y dar buena cuenta de lo rico de su gastronomía y de sus vinos.
