Blancos y rosados por la creatividad
Con el veranito, además de hacer el cambio de armario, cambiamos también nuestros hábitos. Si durante todo el año disfrutamos de lo lindo de vinos con cuerpo e intensos, con la subida de grados en el termómetro nos damos más a los sabores más frescos y a las texturas más ligeras. Ha llegado el reinado de los blancos y los rosados.
Y es que para aliviar los calores estivales qué mejor que un blanco o un rosado bien frío. Al lado de la playa, en una terraza, en nuestra casa de campo tenemos claro que la idea de pasar una tarde de la mano de una copa de vino se antoja bien apetecible.
Para que no haya dudas y tener la bodega bien surtida para el verano Grupo Faustino tiene la solución perfecta. Sus packs temáticos “Al Fresco” y “Al Fresco Descubrimiento” nos dan una selección de blancos y rosados de Faustino, Campillo y Portia.
Al Fresco son 4 botellas para 4 grandes ocasiones.
Faustino Art Collection Rosé, perfecto para aperitivos.
Faustino Art Collection Chardonnay, para una noche a la italiana, con pasta, mucha pasta.
Portia Verdejo, para los ahumados y ensaladas
Campillo Rosé, para maridar con cocina asiática. Todo un acierto.
Al Fresco Descubrimiento nos trae 4 opciones sorprendentes.
Fortius Rosado, con sus notas de frutos rojos perfectos para las carnes frías.
Fortius Chardonnay, con sus reflejos dorados, para una parrillada de verduras.
Marqués de Vitoria Blanco, con sus aromas de pera y manzana, para darse un homenaje con un buen arroz.
Condesa de Leganza Rosado, con notas florales de azahar y almendro, con una tabla de quesos y quichés. Muy francés.
Los vinos blancos son perfectos para acompañar las comidas veraniegas hagamos un repaso por las pistas infalibles para maridar un blanco:
- La pasta y los arroces, platos fáciles con salsas suaves que se realzan con una copa de vino blanco.
- Pollo, así como las carnes rojas son de vino tinto, el pollo casa perfectamente con el blanco.
- Los encurtidos, sí, los encurtidos también van bien con el vino, y si es blanco mucho mejor.
- Pescados, si son suaves un blanco ligero y fresco, y si son más grasos, lo mejor es que tengan un poco de barrica.
- Mariscos, perfectos para los blancos jóvenes. Una combinación ganadora.
Los rosados por su parte, y dependiendo de su intensidad, nos abrirán un abanico más amplio al propio del maridaje con los blancos. Así tendremos los rosados ligeros y minerales que combinan y resaltan los quesos suaves y frescos, incluso los patés más ligeros.
- Los rosados de cuerpo medio, van perfectos para las carnes blancas.
- Los afrutados para los quesos untosos y los pescados azules.
- Los corpulentos se pueden atrever con las barbacoas.
No nos olvidamos de los espumosos rosados con una buena pizza casera.