Siempre hay un momento para una excusa
Segovia está de moda. Los que saben lo que es bueno recorren sus carreteras secundarias buscando tesoros de todo tipo, desde ermitas románicas y palacios barrocos a pueblos con encanto y una naturaleza espléndida. Más de uno se ha quedado a vivir para disfrutar de tanta maravilla, sobre todo sabiendo que tienes Madrid a dos pasos por si acaso lo necesitas. Aquí se sabe de lo bueno.
Pero aparte de iglesias y acueductos en Segovia se come muy bien. Las temperaturas, frescas en verano y suaves en invierno, incitan a una comida sustanciosa y siempre hay mesones y restaurantes que dan cobijo al viajero, que siempre reemprende feliz la continuación de la ruta. Segovia todo el año.
El Soportal.
Plaza Mayor, 7. Pedraza. Segovia. Tlf: 921 509 826
La villa de Pedraza es de las que no se olvidan, y la plaza Mayor un enclave que parecería un decorado de película histórica si no fuera porque es real. La casa más moderna tiene cuatro siglos. El Soportal ocupa dos de ellas, la que fuera la taberna y la tahona. Buena elección, de la primera sólo puede salir una bodega y de la segunda un horno para el lechazo y el cochinillo. El Soportal destaca como asador en Pedraza, donde todos los restaurantes son buenos.
El ambiente es el de toda la vida, mantel blanco y copas tan limpias que se refleja la estructura de madera del edificio. Hay que venir varios días, uno para probar los judiones de La Granja, otro para el cochinillo, otro para la caldereta y todos los que se pueda para el lechazo al horno. Un cuarto que sabe a gloria con una ensalada de la huerta, unos pimientos asados y una botella de Bodegas Faustino.
El Riscal.
Ctra. de Segovia, 25D. Carbonero el Mayor. Tlf: 921 560 289
Debemos a la familia García poder cumplir un sueño carnívoro: que lo que te pongan en el plato sea buey de verdad (y no vaca) cuando pides buey. Éste era un misterio sin resolver de la gastronomía española, la abundancia de buey en las cartas cuando es un animal escaso. Así que vale la pena emprender el camino a Carbonero el Mayor y tomar asiento en el comedor de este restaurante que lleva ya 60 años dando buen comer a la clientela, que siempre sale agradecida y contenta. Gran dirección para los que saben disfrutar de la campiña sin temor al termómetro…
Allí se puede uno entretener con un cardo con jamón y piñones o un esturión ahumado con huevas de trucha a las cinco pimientas pero pocos se van sin meter mano a una tabla de carne de buey a la teja o un morcillo de buey a las hierbas provenzales o un buen solomillo de buey. Semejante festín alcanza la gloria si va acompañado de un Marqués de Vitoria Crianza o un Campillo Reserva.
Alto del León.
Ctra. Madrid – A Coruña, km 56,7. Guadarrama. Segovia. Tlf. 921 171 572
Hay viajeros que, en el viaje entre las provincias de Madrid y Segovia, eligen pasar por el Alto del León para evitar pagar el peaje de la autopista. Otras almas más puras lo hacen para detenerse en el puerto y hacer una caminata por el monte, entre pinos, respirando aire puro. Pero los que saben de verdad son los que eligen el desvío para disfrutar de la vida en el asador Alto del León. No es para menos ya que estamos ante uno de esos enclaves privilegiados donde se combina naturaleza y una buena parrilla. Entonces se plantea la duda porque hay que elegir entre chuletón, solomillo, entrecot y churrasco, y la decisión es dura ya que descartas a las demás piezas. Sobre todo cuando te enteras de que también hay lechazo y cochinillo asado.
Y no decimos más si entramos en la sección pote de berzas, sopa castellana… Aunque siempre se puede volver a parar en el viaje de vuelta. El aire puro abre el apetito y si se pide una segunda botella de cualquiera de las referencias de Bodegas Faustino puedes dar ese paseo entre los pinos para aprovechar la visita. Un lugar perfecto para viajar sin prisas.