Quesos navarros y buen vino

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Quesos navarros y buen vino

Ese queso sabe a beso

¿Roncal o Idiazabal? Solo con decir sus nombres las papilas gustativas ya se ponen en marcha. Siempre es buen momento para un trozo de queso, un trocito de pan y una copa de vino… El bodegón perfecto para cualquier mesa.

Navarra es tierra de quesos, de eso no hay duda. Su tradición y su historia está ligada a los buenos pastos y a los mejores pastores, que con su saber hacer han dado al Reyno de Navarra dos denominaciones de origen como dos soles. Además de otros muchos productores que venden sus productos fuera de los circuitos más comerciales.

Siempre hay una buena excusa para visitar Navarra, pero hacer una ruta por los orígenes de sus quesos es una de las mejores. El queso es uno de los productos estrella de esta tierra y uno de sus mejores atractivos.

Quesos Navarros y buen vino, Valles Navarros

En la zona del norte, en la montaña está el Valle del Roncal, de donde es este hijo del Pirineo, el queso del Roncal. Las ovejas latxas y rasas son las principales artífices de tan insigne producto. Su leche, alimentada con verdes pastos navarricos son la materia prima excelsa que le da ese sabor, olor y textura al queso del Roncal. Un producto perfecto para acompañar nuestro Tinto de Bodegas Valcarlos, y alargar la sobremesa con otra copa de vino.

Los meses de producción son los que coinciden con los meses de parto de las ovejas, de diciembre a julio. Para disfrutarlo vale todo el año. El queso del Roncal  fue el primero en España en recibir una Denominación de Origen, en 1981.

Quesos Navarros y buen vino, Queso Roncal

Hay muchas maneras de degustar un buen queso del Roncal, en Navarra. Encontraréis muchas preparaciones culinarias en las que el Roncal es el protagonista o enriquece sus sabores, pero sin duda, la mejor manera de comer un queso del Roncal es acudir a alguna de las queserías que hay dispersas por el valle, y allí disfrutarlo junto a una buena conversación con el quesero, y de paso contemplar los rebaños de ovejas que corretean felices por la suave silueta del Valle.

El otro gran protagonista de los quesos navarros es el Idiazabal.  Los paisajes verdes  son el origen de este queso. Se dice pronto, pero en estas tierras los pastores llevan más de ocho mil años criando y mimando a las ovejas latxas y carranzanas, que son las madres naturales del Idiazabal.

Los pastores hoy en día siguen utilizando las mismas rutas de antaño, que las determinaban las estaciones. De esta manera aprovechan los pastos de altura en primavera, verano y otoño, y los valles en invierno. Una manera ancestral de seguir alimentando a las ovejas.

Dicen los expertos, que la leche que se debe utilizar para hacer el queso es leche cruda, es decir, sin pasteurizar, tan solo calentada hasta unos 30 grados para que mate gérmenes pero no pierda nada de su puro sabor.

Solo lleva cuajo de cordero lechal y sal, después a prensar y a esperar que madure. Su versión más conocida es la ahumada, aunque no deja de ser también deliciosa su otra variedad, la natural. Cualquiera es buena para acompañar un aperitivo con el rosado de Bodegas Valcarlos después de un día de caminata por el monte.

Quesos Navarros y buen vino, Queso Idiazabal

El queso de Idiazabal tiene su propio día, el ArtzaiEguna, el Día del Pastor. Una fiesta en la que se puede aprender todo lo que queramos saber en torno a esta delicia, seña de identidad de Navarra y del País Vasco. Y es que tal es la importancia que tiene para su gente esta Denominación de Origen que es referente en el mundo de los quesos españoles.

En el Roncal también se celebra un día para su queso. Dentro de las Fiestas Patronales del pueblo del Roncal se le reserva siempre un día para mostrar su elaboración, degustarlo y disfrutarlo.

Y si quedan más ganas de saber cosas acerca del mundo del queso navarro, en Uztárroz, en el Valle del Roncal, está el Museo del Queso y la Transhumancia. Aparejos, métodos de elaboración, archivo fotográfico… una buena excusa para adentrarse en el mundo del pastoreo navarro y de paso probar unos quesos con vinos navarros, que, aunque digan que no es bueno para ninguno de ellos el mezclarlos, la verdad es que la combinación de vino y queso siempre alegra la vida. ¡Viva Navarra!