5 SERIES Y UNA COPA
El vino sirve para disfrutarlo, catarlo, relajarse y hasta para envenenar a quien se haga molesto en el camino… Por este motivo, cada vez es más común que este líquido que el hombre y la naturaleza han creado tenga protagonismo en las series de ficción, un elemento más que dota de personalidad a los rasgos de numerosos personajes. El vino es parte del guión.
Los Soprano.
La mejor serie escrita hasta el momento, sin lugar a dudas. El guion, el tratamiento, los personajes, los diálogos… nada tiene desperdicio en esta saga. Tony Soprano es el gran macho alfa que no pierde su sex appeal ni siquiera en batín y calzoncillos, y es, por supuesto… el gran mafioso.
Y como es de recibo, un buen mafioso italoamericano no es un buen mafioso si no bebe vino, como signo de distinción de su linaje europeo, y lleva chupas de cuero hasta en los más crudos inviernos de New Jersey.
Esas cenas en el Artie Bucco regadas de vino y conspiraciones… esas comilonas en silencio de Tony, que hablaban más que mil palabras… el vino es un protagonista más en esta serie, al igual que la banda sonora. Hasta tal punto fue protagonista que unos años después se convirtió en un curioso y oloroso spinoff: se comercializó una gama de vinos, The Soprano Wines, que incluye un chianti, Pinot Grigio y Pinot Noir, como tributo a tan excelsa obra.
Es curioso como en una serie en la que el vino tiene ese protagonismo que parece casi un personaje más de la trama, el final, controvertido y analizado hasta el máximo, termine con unos simples refrescos y unos aros de cebolla… metáfora de un final abierto? quizá este cambio representa el vacío que dejó su última escena? Representa este insulso vaso con hielos y pajita la muerte o el buen camino a seguir? Nunca lo sabremos, quedará siempre a elección del espectador, en cualquier caso, la enseñanza queda ahí: abandonar el vino y sustituirlo por un refresco, siempre resultará un fundido a negro.
Juego de Tronos.
Y de entre todos los personajes a los que les gusta el “zumo de uva” en esta serie, es de honorable mención Cersei Lannister, gran personaje donde los haya… verla enganchada a una copa de vino impertérrita cual Catalina Sforza mientras la matan los hijos, los dragones le queman desembarco del rey o ella misma se liquida a algún enemigo, es todo un placer.
Gloriosos momentos! Se podría decir que en los primeros planos en los que aparece ella sola con su copa de vino podrían parecer que disfruta de un momento de relax ajena al marasmo sanguinario que siempre rodea sus actos. Y es que parece increíble lo que un simple hecho como dar un trago de vino puede transmitir en un guión. Su hermano bajito Tyrion Lannister merece también una mención, ya que en torno a un vaso de vino, trama alguna de las conspiraciones más sorprendentes de la serie.
Billions.
Es difícil hacer una serie sobre finanzas y que no resulte aburrida, pero Billions lo consigue y con creces. Y como no podía ser de otra manera, entre conspiraciones, drogas, lujo y excesos millionarios, el vino también marca muchos de los momentos de esta serie, y no porque uno de sus personajes fuera también el protagonista de la mítica Entre Copas.
Aquí es la que en la ficción hace de una mujer, Wendy Rhoades, con sus juegos sexuales en la más íntima privacidad y su papel de excelente mediadora entre los egos de los dos protagonistas (el fiscal y el millonario) la que con sus largos momentos de introspección y relax le da al vino con una parsimonia y deleite que la transforma casi en un personaje shakesperiano. Todo un ejemplo de templanza en un universo de vertiginosa tensión.
Big Bang Theory.
Pero no solo en los dramas se cuela el vino para contarnos cosas. Big Bang Theory y sus deliciosos personajes también son una buena muestra de ello.
Penny, la adorable rubia de la puerta de al lado tiene una más que compulsiva afición al vino blanco. Es difícil adaptarse a un grupo de frikis, con un novio lleno de inseguridades y un compañero de piso que puede sacar de quicio hasta el Santo Job, y por eso cada vez que Penny necesita relajarse se agarra a una botella, una práctica bastante habitual entre los personajes femeninos de la pequeña pantalla (… inolvidable esa Sue Ellen de Dallas y su pasión por la botella…).
Ya sea sola o en compañía de sus amigas, el vino le suelta la boca y su franqueza sale a la palestra. Una excusa perfecta para crear unos diálogos que hacen amarla más todavía. Un running gag que se repite a lo largo de las 12 temporadas de la serie.
Mad Men
Y por último, otro personaje femenino que se refugia en la botella. Betty Draper y Mad Men.
Una casa en las afueras, un marido adúltero y una vida vacía… el personaje de Betty nunca pierde la compostura, siempre está perfecta, eso sí, con su cigarrillo entre los dedos y una copa de vino para pasar el mal trago de una vida insatisfecha.
En realidad es la única amiga del vino, ya que el resto de reparto no deja de darle a la botella de whisky. Y es que en los años 50 y 60 el vino no era una bebida popular en el Nuevo Mundo. Otro detalle cuidado hasta el máximo en pro de la credibilidad de los caracteres que los guionistas de la serie tuvieron en cuenta. Betty, con su educación europea y exquisita distinción es la única que se puede permitir el lujo de disfrutar de un Borgoña en su solitaria existencia. Posiblemente no conocía los Riojas o los Ribera del Duero…
