Espárragos y vino

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Espárragos y vino

Por fin cae el falso mito.

Llega la primavera y con ella las verduras y frutas a las que les gusta el sol, como a nosotros. Los espárragos y las fresas son los primeros frutos de la tierra que nos van avisando de que el tiempo está cambiando y que la maga corta ya se acerca.

Los espárragos son versátiles y deliciosos. Tienen mil maneras de prepararse, y acompañan bien a carnes, pescados y huevos. Funcionan en los desayunos, en los almuerzos y en las cenas. Si todavía queda alguna duda de las bondades del espárrago, sus valores nutricionales los hacen perfectos para preparar el cuerpo para la subida de las temperaturas. Son ricos en fibras, diuréticos, con propiedades antioxidantes y vitamina K para los huesos.

A la hora de maridarlos con vinos existe la falsa creencia de que los espárragos y el vino no se llevan bien. Sin embargo, como en todas las buenas parejas, lo único que hace falta es que se conozcan bien para tener una convivencia ideal.

Espárragos y vinos

Por regla general, siempre los vinos blancos y los rosados son los que mejor van a ir con los espárragos. La frescura de estos vinos acompaña mejor a la textura fibrosa del espárrago y aligera su bocado.

Otra razón por la que los blancos y rosados son los más idóneos para acompañar a los espárragos es que verduras como el espárrago, la alcachofa, el pimiento verde o las judías verdes tienen ese sabor a “verde”, a hierba mojada, que no casa muy bien con los toques ácidos y amargos que tienen los vinos tintos, y sí con los aromas afrutados de algunos blancos y rosados.

Los Sauvignon Blanc o los verdejos son perfectos para un revuelto de trigueros recién traídos del bosque. Y esos días de barbacoa donde los trigueros se comen calentitos desde las brasas, lo podemos hacer con una botella de Chardonnay o un Viura que haya reposado una buena temporada. Los Art Collection de Faustino son perfectos.

Espárragos y vinos

Pero, ¿es imposible tomarlos con un tinto? La respuesta es no. Claro que se pueden tomar con tintos, simplemente hay que dar con la combinación perfecta.

Una manera de casar el tinto con los espárragos es, por ejemplo, saltearlos con alguna proteína que sí que maride bien con los vinos tintos. Con el simple hecho de tomarlos salteados con algo de panceta, bacon o jamón, se produce una clara transformación y es increíble como el antagonismo que había entre espárrago y tinto desaparece.

Otra manera de no renunciar a un tinto es cuando utilizamos los espárragos como guarnición para acompañar una carne a la brasa por ejemplo. Un crianza de Marqués de Vitoria le puede ir de maravilla.

Espárragos y vinos

Acompañado de quesos, o con salsas cremosas con muchos condimentos, o con hongos… aquí también tiene cabida el tinto. En este caso un tinto joven y afrutado sería su combinación ideal. Un Niño de Bodegas Campillo puede ser perfecto.

Pero como para gustos, colores, y lo mejor en esta vida es probar y experimentar, que no tiemble la mano a la hora de levantar una copa de tinto, aunque sea con espárragos… también eran enemigos públicos el chocolate y el tinto y cada vez son más los sibaritas que acompañan el postre con tinto.  Salud!!!

Por | 2021-02-26T01:23:52+00:00 febrero 24th, 2021|Categorías: Mundo Vino|Etiquetas: , , , |Sin comentarios