Si Faustino entrara en la cocina.
Llega el cambio térmico de estación, dejamos atrás el verano y nos encaminamos hacia el frío de la mano del otoño. Si hay buenas lluvias, reconfortante sol y temperaturas suaves, el magnífico mundo de los hongos nos agasajará con ejemplares grandes y jugosos dignos de un banquete real. Territorio setero… Y es que las setas dan muchas alegrías, y algún que otro disgusto también hay que decir… un paseo por el bosque, unas setas y un buen vino, y los fines de semana otoñales se transforman en el paraíso del sibarita.
Asadas, empanadas, a la parrilla, fritas, estofadas… Las setas se pueden cocinar de mil y una maneras. Lo mejor, respetar el producto y comerlas como protagonistas de la mesa. Sin embargo, es tal la versatilidad de los hongos, que en cualquier plato que se entrometan, lo enriquecen y le dan un toque de cariño. Hoy os proponemos cuatro platos con setas fáciles de encontrar, curiosas de cocinar y que maridan a la perfección con algunos de nuestros vinos. Faustino Team no falla.
1.- UNA PASTA
Galets rellenos de setas y hortalizas.
Los lumaconi o caracolas gigantes son la pasta ideal para rellenar con setas. No hay que dejar de lado los clásicos canelones, claro está, pero la textura de estas caracolas y su presentación le dan un punto más original y atractivo de comer.
Las galets admiten cualquier tipo de seta de temporada que junto a una besamel de alcachofas, zanahorias y cebolla hacen el relleno perfecto para este plato otoñal.
Un toque de queso rallado, un golpe de horno y el plato está listo. Para aportarle frescura, el truco es añadirle al final unos tacos de aguacate y voila! a descorchar la botella de vino y a disfrutar. Un Chardonnay de Marqués de Valcarlos no falla.. 100% Chardonnay… Eso es beber un tramo del Camino de Santiago…
2.- UN PESCADO
Chipirones encebollados rellenos de boletus y trompetas de la muerte.
El contraste de sabores del chipirón y su profundo sabor a mar y la tierra que aporta la seta es ideal. El plato es el de siempre, el clásico chipirón encebollado, con su sofrito y su vino blanco, pero con el toque de las setas que le da un toque de originalidad.
A elegir: de entre las setas que mejor se aprovechan para rellenos están los boletus que le aportarán un toque dulce y la trompeta de la muerte que le da al plato un punto más sabroso y con recuerdos a trufa negra. Esa botella de Faustino I Gran Reserva, que necesita un momento especial… puede abrirse perfectamente para este plato.
3.- UNA CARNE
Hamburguesa de ternera con lengua de vaca y roquefort.
Y es que la hamburguesa ha dejado de ser sinónimo de comida rápida y basura y ya forma parte del elenco gastronómico de cualquier sibarita que se precie. Una buena carne ya sea de ternera, cerdo, pollo o cordero, con un 15 o 20 por ciento de grasa, unas lenguas de vaca, que aunque no son de las setas más elegantes, su sabor es ideal para combinar con la carne. Berenjena en rodajas para darle suavidad y una crema de roquefort. La compañera perfecta de un tinto suave como el Niño de Bodegas Campillo.
4.- Y POR ÚLTIMO, Por qué no, unos postres?
Y es que las setas también se llevan bien con el dulce. Los postres micológicos cada vez tienen más adeptos. Capuchino de setas variadas, bombones de hongos…
El boletus, la amanita cesárea, el chantarellus, la trufa negra, la seta de cardo, el níscalo…todas estas variedades se comen también en dulce. Pero quizá la que aporta un gusto más dulce es el shiitake. Esta seta de origen asiático la hace ideal para preparar una panna cotta italiana de setas o un arroz con leche de coco cremoso con cardamomo y canela… Una delicia para los más golosos. Cerrar con un cava puede ser una buena opción…