Los bosques navarros son el escenario perfecto para hacer un picnic.
En Navarra se sabe de vino, de queso, de chacinas y mucho de salir al monte. Muchos son los rincones dónde hacer un descanso, y preparar un buen picnic para disfrutar de un buen vino. Al ser tierra de Pirineos, cuenta con impresionantes parques naturales y bosques. Es una de las comunidades más boscosas de España. Entre los grupos más abundantes están los hayedos, con el 40% de estos árboles a nivel nacional, encinares, abetales, robledales y pinares. En menor cantidad, pero sin dejar de ser abundantes, nutren la misma tierra fresnos, álamos, sauces o chopos: una suerte de magia natural se despliega espectacular ante el visitante.
Ahora en otoño, los bosques navarros dejan una espectacular estela de ocres, rojos y verdes convirtiendo el paseo por cualquiera de ellos en un espectáculo para la vista. En verano, el verdor refresca ya que son paseos bajo la protección de las frondosas copas, a pie de montaña y junto embalses y ríos. Y qué decir del invierno pirenaico. Las neblinas frecuentes hacen florecer los cuentos y leyendas, pero también permiten la conservación idónea de estos espacios ¿Hay alguna excusa para no recorrer nuestro sendero favorito o descubrir uno nuevo?
Una buena opción puede ser la Selva de Irati es de un espesor muy salvaje, tan amplio que se extiende por el norte de Navarra y sureste de Francia. Cuenta con el hayedo-abetal mejor conservado de Europa después de la Selva negra. En su interior nos encontramos con el embalse de Irabia. Tres reservas naturales se insertan dentro de este área de neblinas y lamias, Mendilatz, Tristulbartea (llena de robles peludos) y Lizardoia, la zona de hayas y aguas más popular de las tres.
La ruta más recomendada de esta zona cuenta con 10 kilómetros de recorrido entre los valles de Sálazar y Aezkoa. Las rutas de bici de montaña están en auge con más de 400 kilómetros señalizados. Cuenta con su propia App de rutas de senderismo.
El Bosque de Quinto Real está también al norte, al noroeste, en los valles de los Pirineos de Baztan, Erro, Esteríbar y Alduides, a 20 kilómetros de Pamplona. Podemos acceder a él desde Eugui por la NA138. Atravesado por el rio Arga que desemboca en el embalse de Eugi, todo el paraje, dominado por el monte Adi, está plagado de hayas y aves rapaces, pero si se distingue de todos los demás es por la berrea del ciervo en otoño y por un extraño y particular camino entre las ruinas de la fábrica de armas de Eugui y de Orbaiceta, que pone su punto de singularidad al paisaje. Hay numerosas rutas, pero si eres un amante de las curvas, te recomendamos ir en coche por la de Quinto Real-Baigorri-Baztan. Disfrutar de unos pinchos de chistorra con un vino de la Bodega Marques de Valcarlos o algún queso del Roncal con un “clarete” de Bodegas Campillo puede ser la parada perfecta.
El Parque Natural del Señorío de Bertiz se ubica en el municipio de Bertizarana y se accede desde la N121A o N121B, según el punto de partida. La enorme humedad de la zona hace que el festival de las frondas de robles y hayas se complemente con surtidos de regatas y cascadas. Su riqueza de flora y fauna lo convierten en una zona de especial conservación europea. Cuenta con un Palacio del siglo XIX que se usa en la actualidad para eventos y exposiciones en torno al que encontraremos un jardín de fácil recorrido con bellos estanques y elementos arquitectónicos de estilo art nouveau, además de rutas más largas para adentrarnos en el parque.
El Bosque de Leurtza se organiza en torno al paso de arroyo y embalse del mismo nombre en la localidad de Urroz. De nuevo reina el hayedo y el agua, y a sus pies la rana bermeja. Es un paso imprescindible de la citada GR12 y de ciertas vías del Camino de Santiago. Como curiosidad en este sendero nos encontramos con un dolmen prehistórico, de Pittortzar de camino a Belate.
Este tipo de restos los podemos ver también en Bosque de Leitzalarrea. que también conserva objetos y huellas varias de la Edad del Hierro. Aquí se llega desde la autovía A15 y la carretera NA1700 (primer desvío a la izquierda tras la fábrica de Sarrió). Hay varios paseos impresionantes, pero recomendamos el del sendero local leitzalarrea, de algo más de 6 kilómetros, que sale del aparcamiento de Ixkibar y que pasa por los puntos más interesantes del bosque, como un roble caído de más de 120 años. Otras opciones son la ruta de Iruso, que sale desde el restaurante del mismo nombre y nos guía hasta los hallazgos de dos túmulos y un menhir, o la vía verde Plazaola hacia Guipúzcoa, que por las fuertes lluvias caídas este otoño se recomienda precaución por los posibles desprendimientos.
Por último, para cambiar de especie podemos visitar el Robledal de Orgi, a 25 kilómetros de Pamplona, al sur del valle de Ultzama. Los recorridos a pie son sencillos y bonitos, hechos para uso recreativo. Como anécdota es uno de los escenarios de la película Robin y Marian, película que protagonizaron Sean Connery y Audrey Hepburn.