El Surf Wine también es tendencia
El surf es una de esas delicias que podemos disfrutar en cualquier época del año. En verano la vida social es todavía más importante.
Es la experiencia perfecta, lugares de ensueño, buena compañía, deporte, naturaleza y después el descanso del guerrero bien merecido, con una copita de vino en la mano. Aquí no hay edad, porque todo el mundo puede aprender. El disfrute necesita descanso.
España es uno de los países más idóneos para practicarlo, estamos rodeados de agua por casi todas partes, con una costa magnífica y unas olas que hasta los surfistas internacionales más avezados se pirran por coger.
- Mundaka, Vizcaya
Este pequeño pueblo pesquero vasco tiene una de las olas izquierdas mejores de Europa. La ola de Mundaka llega hasta los 4 metros de altitud y se puede surfear durante los 400 metros de largo, y además tiene la tan querida forma de tubo que tanto gusta a los surfistas.
La ola empieza en la llamada barra de Mundaka y termina en la playa de Laida. Eso sí, es una ola para entendidos, no todo el mundo debe atreverse a cogerla y siempre, además, cuando la barra tiene menos agua, en bajamar o media marea.
Las barras de algunos bares de la zona son igual de atractivas. Una copa de Marqués de Vitoria tinto con una selección de pintxos nos anima a quedarnos una par de días más de vacaciones. Un espectacular bonito a la plancha en cualquiera de sus locales, regado con los blancos de Bodegas Campillo, es una experiencia casi tan mística y placentera que la de engancharse a la ola y cabalgar.
Aunque no seamos expertos surfistas, lo que sí que se puede experimentar con auténtica seguridad es la belleza del espectáculo, la naturaleza generosa de la zona y su gran gastronomía.
- Rodiles, Asturias
Una playa virgen, espectacular en su belleza, en la desembocadura de la ría de Villaviciosa.
La ola de Rodiles es potente y rápida como la de Mundaka gracias a la desembocadura de la ría en el extremo izquierdo de su playa. El paisaje es paradisíaco y, al ser menos conocida que Mundaka, no hay tanta aglomeración de gente, y si queremos ver curiosidades, la Costa de los Dinosaurios y la del Jurásico están justo al lado.
Y después de todo un día de deporte y naturaleza, se impone relajarse en alguna de las sidrerías que hay alrededor, como El Roxu, y disfrutar de un magnífico revuelto de oricios y un cachopín para reponer fuerzas.
La idea de un cava de Bodegas Faustino también es muy bien valorada.
- Los Locos, Cantabria
La playa de los Locos, en Suances, es una auténtica delicia, y uno de los mejores sitios para aprender a surfear. Tiene orientación noroeste por lo que tiene una exposición al mar abierto perfecta y sus olas son limpias y potentes.
Son 400 metros de playa, entre acantilados, el verde infinito de Cantabria y los cielos azules, cuando los hay, del Cantábrico.
La playa tiene 3 zonas diferenciadas para surfear: el huerto, a la derecha de la playa con olas planas que vienen de derecha; la playa, en el centro, con olas que vienen por todos los lados y te pueden dar un buen revolcón; y el sopico, en la parte izquierda de la playa, con olas de tubo y de izquierda.
La gastronomía de Suances tampoco se queda atrás en cuanto a la asturiana y vizcaína de sus olas hermanas. Pocos sitios hay en España en los que preparen mejor las rabas o los rejos. Sólo pensar en ese plato me lleva a ver en una botella Faustino V Rosado nos lleva a salivar como el perro de Pavlov.
- Pantín, A Coruña
Y para no perder el norte, seguimos por la costa y llegamos a la playa de Pantín, en Valdoviño.
Las olas rompen a izquierda y derecha, perfectas para surfistas intermedios, y su pico más destacado está en la parte derecha de la playa.
En el mes de septiembre suele organizarse el Pantín Classic, un campeonato internacional de surf con estética hawaiana, pero con una gastronomía más generosa. Galicia es Galicia. Disfrutar de una centolla con los Chardonnay de Fortius Barrica es un viaje a los Mares del oeste.