La viura o macabeo: Una blanca imprescindible
La viura, nombre con el que se le conoce en La Rioja, o macabeo o macabeu, apelativo con el que se la de nomina en Cataluña, es la variedad de uva blanca más frecuente del norte de España, incluido Aragón, aunque también se cultiva en algunas otras denominaciones de origen.
En concreto, es la cepa por antonomasia en la elaboración de los clásicos blancos riojanos, sin o con madera, y una de las variedades imprescindibles, junto a la xarel•lo y la parellada, para la producción de cava en Cataluña.
Curiosamente, también se cultiva en Francia con el nombre de maccabéo, en donde es una de las uvas habituales en la elaboración de los reconocidos y exquisitos vinos blancos dulces fortificados, probablemente uno de los más representativos de la región de Languedoc-Roussillon.
Por eso, la Viura sirve de reclamo para muchas cosas. ¿Un hotel? ¿Una tarberna? ¿Una fiesta? Es un nombre tan bonito, como estimulante. Donde hay viura, hay alegría. Atrás quedan aquellos años 90, cuando casi estaba prohibido plantar viñedo de uva blanca y cuando se pedía un blanco te miraban de reojo, como algo casi sacrílego… Los blancos están de moda, ayudan a captar nuevos aficionados y la “viura” es su gran estrella.
Aunque muchos lo desconozcan, la viura o macabeo es una variedad de uva polivalente, y muy apreciada por su versatilidad. Además, según las condiciones de cultivo, permite obtener blancos secos, espumosos e, incluso, vinos dulces naturales. Los sabores que aporte al vino dependerán en gran medida de dónde se cultiva, cuándo se cosecha y el estilo de vino que se está elaborando.
Lo cierto es que es la cepa blanca por excelencia del viñedo riojano, donde habitualmente produce vinos bien equilibrados, de apreciable acidez, sinceros, francos, así como con fugaces recuerdos frutales. Si se trata de vinos jóvenes, se pueden definir como frescos, florales y aromáticos. ¿El resultado? Pues un vino que pasa del palacio a la piscina manteniendo el toque elegante que busca el buen aficionado.
Además, la historia tiene su importancia. Es la uva blanca con la que se elaboran los clásicos grandes vinos blancos de La Rioja, normalmente con un paso por madera. Además, se puede asegurar sin riesgo a equivocarse que esta unión de viura y madera es la base diferencial de los riojas blancos. Los vinos blancos de guarda riojanos son auténticas joyas enológicas, que destacan por su gran personalidad y por aguantar el paso del tiempo sin que pierda ni una sola de sus cualidades.
En Cataluña, la viura toma cada vez más protagonismo y es parte integrante de la trilogía de uvas que componen el coupage del cava clásico, y con su presencia otorga vivacidad, frescura y equilibrio. También hay algunos productores que elaboran un monovarietal de cava, es decir un cava 100% macabeo.
Aquí es la reina en la zona más llana y cercana al litoral de la Denominación de Origen Penedès. De racimos grandes y apretados, de esta variedad se obtiene un vino meloso, fino, agradable, con aromas afrutados y de sotobosque mediterráneo. También destaca por su buena productividad y excelente rendimiento que no afecta en absoluto a la calidad. Aporta buena acidez y menos grado, siempre que se cultive a cierta altitud.
Esta ‘vieja dama’ está viviendo una nueva etapa. Su cultivo está aumentando poco a poco en España, donde cada vez hay más bodegas que se dedican a elaborar vinos con esta uva blanca. Entre otras cualidades, esta variedad es muy resistente y tiene un rendimiento muy alto. Además, se adapta perfectamente a varios tipos de terreno y es muy versátil en cuanto a la climatología.
