El 18 de agosto, a partir de las 20:30 horas, podremos disfrutar en Bodegas Portia de la segunda, y por el momento, última edición, de la actividad veraniega Portia bajo las estrellas en la que acompañados de la mejor gastronomía y vinos, aprenderemos a observar las estrellas, constelaciones y satélites. La actividad está dirigida por Fernando Espinosa Rincón, guía acreditado del parque nacional del Teide y especializado en actividades relacionadas con la astronomía. Llega a Portia desde el observatorio astronómico de Izaña que, junto con el del Roque de los Muchachos en la Isla de La Palma, forman el Instituto Astrofísico de Canarias, uno de los más importantes del mundo junto con el del desierto de Atacama en Chile y el de Hawai. Le entrevistamos con el objetivo de conocer qué van a poder encontrarse quienes acudan a esta actividad.
¿De dónde surge su afición por la astronomía?
Mi afición por la astronomía viene de muy pequeño y surge de esos interminables paseos por los alrededores de La Sequera de Haza, un pequeño pueblo ubicado a pocos kilómetros de Aranda de Duero, y de las muchas preguntas que nos hacíamos observando durante horas el magnífico cielo, por cierto, que se puede disfrutar desde esa zona.
Desde tu ya extenso conocimiento, ¿qué cosas nuevas crees que descubriremos en los próximos años sobre el universo y las estrellas?
El descubrimiento de las ondas gravitacionales va a permitirnos descubrir muchas cosas en los próximos años antes impensables. Digamos que se ha aprendido un nuevo lenguaje, un nuevo código para entender la información que nos llega del universo y esto va a hacer que sepamos mucho más sobre el origen de nuestro universo. Además, contaremos seguramente con telescopios entre tres y cuatro veces más grandes que los de ahora.
¿Y crees que será posible en los próximos años que en ser humano se tome por ejemplo un vino sentados en Marte o en la luna?
Contando que el hombre ya llegó y piso la luna, claro que será posible poderse tomar un vino en ella. Lo único, que me imagino que tendría que ser con pajita o algo parecido, ya que con el traje espacial se complica un poco. Y yo no sé como esto de tomar un magnífico vino de Ribera con pajita vaya a sentar muy bien a los bodegueros que con tanto mimo lo cuidan. Que pueda hacerse en Marte ya me despierta más dudas, porque aunque la llegada del hombre al planeta rojo será posible algún día, para eso hacen falta todavía muchas generaciones y quién sabe si el hombre no se habrá autodestruído para entonces. Además, yo creo que el vino llegaría picado.
Nos conformaremos entonces, por el momento, con disfrutar mañana de un vino mientras aprendemos del universo. ¿Qué podrán descubrir las personas que se acerquen hasta la actividad de Portia bajo las estrellas?
Mañana en Portia vamos a aprender a orientarnos por medio de las estrellas y apuntaremos nuestros telescopios a las distintas constelaciones y cúmulos, así como a los objetos más interesantes: la galaxia de Andrómeda. En definitiva, vamos a volver a disfrutar del cielo como hacían nuestros antepasados. Mejor incluso, ya que nos aprovechamos de la tecnología que ya habrían deseado para ellos Galileo y compañía. Vamos a utilizar telescopios catadióptricos que nos permitirán ver a Júpiter con sus lunas, los anillos de Saturno o los cráteres de la luna como ningún ser humano antes ha podido observar. Siempre me pregunto que darían Copérnico, Newton y tantos otros por poder observar el universo con estos aparatos de hoy día.
¿Cómo es la reacción de las personas con este tipo de actividad que les permite visionar la luna, los satélites y aprender más sobre el universo?
Cuando la gente observa por primera vez los anillos de Saturno o los cráteres de la luna generalmente solamente suelen emitir un ¡Wuaaaauuuu! ¡Que pasada! O una expresión similar. Para mí siempre lo más gratificante es recibir emails de personas a los que logramos despertarles el interés por este mundo y que te comentan que se han comprado un telescopio o unos prismáticos y te preguntan sobre qué pueden observar en cada momento. En definitiva, casi siempre notamos el agradecimiento sincero de la gente.
Y ya para acabar: ¿qué me dice sobre el mundo del vino? ¿Cuáles son sus vinos favoritos y en qué momento le gusta disfrutar de ellos?
Supongo que es barrer para casa, pero los vinos que más me gustan sin duda son los de Ribera del Duero. En mi casa se ha hecho vino desde siempre. Todavía recuerdo con siete u ocho años un vino excelente que elaboró mi tío Jose. Me dieron a probarlo en la comida y por la tarde me dio por ir beber un trago a escondidas. También Canarias, de tierra volcánica, elabora vinos excelentes. En cualquier caso, mis conocimientos sobre vino no llegan mucho más allá de distinguir un vino bueno y un vino malo. Y siempre para beber vino tengo que acompañarlo con algo de comida. Y si comida y bebida lo puedo mezclar, como mañana en Portia, con observar el cielo, no hay mejor plan posible.