Vitoria, vivir, beber, amar… y salir de vinos.
Vitoria es una de esas ciudades discretas que dejan que la fama se la lleve cualquiera y se ocupa de que sus vecinos y visitantes disfruten del momento. Y, en nuestro caso, que coman y beban bien. Para eso hay una incontable muestra de restaurantes y bares de todo tipo, clásicos y de tendencia, de nueva cocina vasca y de la más tradicional de pucheros, buenas barras de pintxos, asadores e incluso alguna estrella Michelin. En 2014 gozó del título de Capital Nacional de la Gastronomía, lo que demuestra que siempre ha sido un referente en esto del buen comer y el mejor beber.
Sagartoki. Cl. Prado, 18. Vitoria. Tlf. 945 288 676
Decir Sagartoki es, de entrada, hablar de pintxos. Bueno, seguro que algo más, pero el encuentro con esa barra cubierta de urnas transparentes como si fuera el escaparate de una joyería es una experiencia difícil de olvidar. Nunca se olvidará que, de momento, ha sido elegida dos veces la mejor barra de pinchos de España. Y todo está lleno de sorpresas.
Una tortilla de patata, que por fuera tiene buena pinta y nada más, casi siempre tiene alguna sorpresa dentro, ya sea bacalao o queso. Las tempuras, de verduras o bacalao, tienen algo de objeto precioso que da pena destruir. La sorpresa total es la que se tiene al pedir el huevo frito con patatas. ¿creemos que sabemos el aspecto que tiene? Pues aquí es algo totalmente distinto, y por supuesto ha sido premiada como la mejor tapa de España. En el hipotético caso de que uno no encuentre interesante las tapas disponen de buenos menús. Y qué decir de la bodega, que es un elemento poblado de los mejores riojas y riberas.
Toloño. Pº de los Arquillos, 8. Vitoria. Tlf. 945 132 325
Toloño es otro de esos lugares que obligan a pensar de nuevo el concepto de pincho, su composición, su elaboración y presentación. Aunque la premisa es la de siempre, mezclar productos de temporada de primera calidad con pasión, el resultado es siempre sorprendente. No tienen complejos, y preparan callos y morros “a mi manera”, y el erizo de mar “en su hábitat”.
Aceptando que hacen lo que quieren, hay que dejarse sorprender por las manitas de kuto, el brick de frutos de mar o el pincho Green capital. Y una idea genial: como parte del trabajo de cualquier artista de la restauración es buscar los mejores productos para trabajar han abierto una tienda con todos sus hallazgos. Una visita completa.
Puerta Grande. Pz. del Renacimiento, 1. Vitoria. Tlf. 945 308 640.
El Puerta Grande es uno de esos locales que sirven para todo y a los que se puede ir en cualquier momento, para desayunar o tomar unas tapas, o para una buena comida o, simplemente, para paladear alguno de los buenos vinos de su bodega. Aunque no se menciona tanto como se debe, en Puerta Grande dan una gran importancia a las verduras, que son la base de los primeros platos, ya sea ensalada, espárragos, pimientos rellenos o una parrillada. Entre los segundos no hay sorpresas ya que todo transita por opciones seguras como el bacalao o mero a la vizcaína, cocochas de bacalao, pierna de cordero, el entrecot y, sobre todo, el rabo de toro.
Txertena. Cl.Manuel Iradier, 44. Vitoria. Tlf. 945 714 237
Es uno de los locales más nuevos de Vitoria pero ya está dando que hablar. Y no por las cosas accesorias como la decoración sino por lo que debe ser, por la cocina y la bodega. En Txertena, les gusta experimentar con mezclas poco comunes pero que, curiosamente, siempre son atractivas. Es su manera de juntar tradición y vanguardia, coger recetas clásicas y darles un toque propio. Así los callos van con pata de ternera, la ensalada de atún rojo con cuscús de chipirones y el ajoarriero con cola de cigala. Un detalle que explica el nombre del local viene al caso. Txertena es el rabito de la boina, y ello se debe a que Alicia Cortázar, impulsora de este proyecto, es hija de Alicia Tamayo, la que fuera cocinera del Txapela, un lugar clásico de la ciudad.
Mano Lenta. Cl. Tomás Alfaro, 11. Vitoria. Tlf. 945 012 277
A Mano Lenta se puede ir a tomar unas tapas o a comer como un señor en un ambiente tranquilo, pero siempre sabiendo que la carta se basa en productos de calidad y, a ser posible, de cercanía. Es de esos lugares que te puede informar del nombre de la persona que ha amasado el pan o ha hecho el queso, y este es un detalle que representa muy bien su filosofía como restauradores. A la hora de tomar unos pinchos o unas tapas será difícil resistirse a un tigre de bogavante, un kimuchi de vieiras o una lasaña tailandesa. Esta última buen ejemplo de las muchas influencias que se pueden sentir en la mesa, ya que lo mismo hay referencias mexicanas, indias o japonesas. El tataki de atún, alga wakame y guacamole es sólo un ejemplo. La bodega no es tan exótica. No tiene sentido estando tan cerca de los vinos de Rioja o Ribera de Duero. Vinos de proximidad.