El valor de una tierra.
La navarra es una tierra generosa que, con el esfuerzo de hombres y mujeres trabajadores, da frutos excelentes. Las verduras alcanzaron la fama suprema hace ya mucho tiempo, y nadie duda en colocarlas en lo más alto del escalafón gastronómico. El vino, sin embargo, ha tardado más en imponerse y ha tenido que superar ese sambenito (poco preciso como todos los sambenitos) de ser un rosado agradable y poco más.
Nada más lejos de la realidad, al menos en la actualidad, cuando los vinos navarros compiten con los de cualquier otra comunidad. De hecho es una de las zonas en las que más vinos han alcanzado la categoría de Vino de Pago, la más alta consideración oficial que puede conseguir un vino en España.
Aunque hay noticias de que en Navarra se han cultivado viñas y se ha fabricado vino desde tiempo inmemorial, el auge llegó en la Edad Media impulsado, como muchas otras cosas, por el movimiento de personas, ideas y conocimientos que supuso el Camino de Santiago. El vino navarro gozó de una época de esplendor en el siglo XIX en el tiempo transcurrido desde que la filoxera arruinó las plantaciones francesas y el terrible momento en que la plaga llegó a Navarra. Pero es propio del espíritu local no dejarse amilanar ante las adversidades y el viñedo navarro surgió de nuevo gracias a la introducción de cepas americanas. El vino era, como es ahora, parte de la vida cotidiana de esta tierra.
EnNavarra los viñedos se distribuyen en cinco zonas diferentes: Ribera Alta, Ribera Baja, Baja Montaña, Tierra Estella y Valdizarbe. Todas ellas se encuentran en la mitad meridional de la provincia, al sur de Pamplona, cerca del Ebro y lejos de los valles pirenaicos, que son buenos para otros productos, pero no para el vino. Todos ellos aparecen englobados bajo la Denominación de Origen Navarra, pero sin olvidar las tierras de la Rioja Baja, que tienen sus viñedos en terrenos navarros.
Para ser una zona relativamente pequeña, de unas 11.000 hectáreas, el territorio vitivinícola navarro es un verdadero universo lleno de diferencias y contrastes. Una de las razones tiene que ver por la ubicación incomparable de Navarra, justo en el lugar en el que se sienten las influencias de los climas mediterráneo, continental y atlántico. Basta moverse unos pocos kilómetros para que el equilibrio de estas tres influencias se modifique, se altere y cambien las condiciones climáticas y, con ellas, las consecuencias que se derivan en los productos de la tierra. El relieve también es muy diferente de un punto a otro, desde las anchas riberas del Ebro a las laderas que se descuelgan de mesetas, y el conjunto es de una variedad asombrosa.
Resulta interesante descubrir la cantidad de diferentes tipos de uva que se dan en Navarra, desde las clásicas tempranillo, garnacha, mazuelo y graciano a otras que se han ido imponiendo más recientemente como merlot, syrah, pinot noir y cabernet sauvignon en tintas a las sauvignon blanc, garnacha blanca, viura, malvasía y moscatel entre las blancas.
En general, todas se han adaptado de manera prodigiosa gracias al trabajo y al buen hacer de los expertos de las bodegas. A partir de esas variedades los enólogos crean vinos jóvenes, sin barrica, con barrica, monovarietales o de mezcla para los blancos, y tintos jóvenes, roble, crianza, reserva, gran reserva y otros de alta gama. Quedan, por un lado, los conocidos de siempre, los rosados, y la sorpresa de los dulces. Cada uno de ellos es el adecuado para una ocasión concreta o para el gusto de cada uno. Siempre es un buen momento para descubrir y disfrutar de un buen vino de la Denominación de Origen Navarra.
Una buena forma de hacerlo es recorrer Navarra siguiendo cualquiera de las rutas preparadas para descubrir tanto los tesoros enológicos como los monumentales y paisajísticos. Ya sea la ruta de la Ribera, del Camino de Santiago, la Montañesa o la Real, en el viaje descubriremos castillos, casas señoriales, monasterios, iglesias, fortalezas, pueblos llenos de encanto y una gastronomía que crea una unión perfecta con los vinos de la tierra. Navarra no hay más que una.