Vinos y tapas para los amigos en Burgos.
Hace tiempo, para acabar una discusión no había expresión más contundente que un ¡que te den morcilla!. La frase ahora parece viejuna y ya casi nadie usa semejante amenaza, sobre todo desde que sabemos que esta expresión recordaba una antigua costumbre que consistía en envenenar perros que tenían la rabia con estricnina escondida en morcillas. Estos embutidos son tan sabrosos que hacía indetectable el veneno.
Ahora te pueden dar buenas morcillas en muchos lugares de España, pero, lógicamente, pocos como Burgos. Burgos tiene una excelente materia prima, pero desde hace unos años grandes dosis de creatividad. La tradición y la modernidad aparecen en muchos locales de aspecto austero. Aquí se sabe comer y no se andan con “paparruchas intraducibles”. Lo mismo sucede con el vino. Riberas, Ruedas, Arlanzas y Riojas son los protagonistas de tertulias deportivas y tratos de ganaderos. Una ruta por Burgos implica grandes monumentos y buen tapeo. Todo ello es interminable, así que aquí seleccionamos unas pocas etapas para el buen comer y el mejor beber.
Casa Pancho. Cl. San Lorenzo, 13 y 15. Tlf: 947 203 405
Casa Pancho es uno de esos locales de toda la vida: un local amplio con salón para comidas y una larga barra para tapas y raciones. Lleva abierto más de medio siglo y es una dirección de referencia en esto de salir a comer por Burgos. Hay mucho para elegir: buenas croquetas, anchoas y pimientos rellenos. Aquí, como en otros lugares, distinguen entre “cojonudo” (huevo de codorniz con chorizo y alegría riojana) y “cojonuda” (con morcilla). Un lugar perfecto para tomar un Portia Crianza. Cómo se ha evolucionado hasta esta distinción es algo que no te explican en el Museo de la Evolución que está al otro lado del río.
La Favorita. Cl. Avellanos, 8. Tlf: 947 20 59 49
En La Favorita se definen como “taberna urbana” pero en realidad es un lugar para disfrutar de una buena barra con pinchos, bocadillos y muchas otras creaciones muy creativas. Aquí lo mismo se prueba una empanadilla de bacalao y pisto que unos canutillos de cecina con micuit, lo que demuestra que estamos en un lugar que rebosa originalidad. Si se viene con hambre hay que tirarse a por un pincho de solomillo con foie, que contrasta bien con la anchoa con mermelada de pimiento de piquillo con cebolla pochada. Un lugar obligado donde pararía el Cid Campeador… Grandiosa barra y mejor servicio.
La Boca del Lobo. Cl. Avellanos, 9. Tlf. 947 27 11 47
La Boca del Lobo no es un lugar oscuro sino luminoso. El local se presenta con una imagen de maderas claras, ladrillo visto y blanco inmaculado que aporta luz y una atmósfera relajada. Abierto hace relativamente poco tiempo, ya se posiciona como un lugar imprescindible en las rutas del tapeo y del buen vino en Burgos. Aquí a las tapas las llaman platillos y a las raciones, platos, y lo mismo pueden ser unas albóndigas de buey que unos espaguetis negros con alioli o morro con chimichurri. La cerveza y el vino, superior a la media.
Los Herreros. Cl. San Lorenzo, 20. Tlf: 947 20 24 48
Al entrar en Los Herreros se tiene la impresión de haber estado antes en este mesón, por su aspecto tradicional, tal vez un poco vulgar, pero todo ello significa tradición y apuestas seguras. No puede faltar una ración de bravas y los consabidos cojonudos y cojonudas, todo ello entre los que tienen más fama en Burgos, pero también habría que probar un salteado de lechazo con mostaza. En la planta baja están estos pinchos y en la superior se puede disfrutar de platos más consistentes, a la carta o dentro de un buen menú del día.
Las Espuelas del Cid. Cl. Arco del Pilar, 10. Tlf: 947 261 567
Este local tiene una apariencia tranquila, la de ser un local elegante en donde disfrutar de una buena comida o compartir unas tapas con los amigos. Muy cerca pasa el camino de Santiago, y toda la zona tiene un regusto centenario, que combina bien con algunas especialidades, como la olla podrida y unos menús del día contundentes con alubias o garbanzos de primero y rabo de buey o caldereta de cordero de segundo. Como toda la zona huele a Edad Media, aquí han creado un menú medieval que incluye, entre otras cosas, milhojas de morcilla, sorbete de hidromiel y lechazo asado. Un buen vino siempre ayuda a bajar estas viandas.
El Gallinero. Cl. Francisco Grandmontagne, 20. Tlf: 947 106 764
En El Gallinero tenemos una muestra más de que Burgos es algo más que morcilla servida con un palillo en un mesón antiguo. La decoración moderna y agradable genera un ambiente tranquilo, distendido, donde es posible concentrarse en el buen comer y el mejor beber. Un primer vistazo a la carta nos muestra unas zamburiñas, unos mejillones de roca a la brasa o un tataki de solomillo con salsa de soja y mostaza. El bacalao a la brasa tiene fama, pero difícil será salir sin probar unos revueltos de morcilla con piñones o de boletus y gambas. Eso sí, también hay ensaladas y parrilladas de verduras.