Bosques, campiñas y buena gastronomía en Álava.
Nunca nos cansamos de recorrer la provincia de Álava. Es pequeña pero ofrece un mundo de posibilidades para disfrutar ya sea por su naturaleza, sus monumentos y, en lo que nos interesa, sus restaurantes. Da igual el desvío que tomes, en cualquier lugar se come bien. Pero si lo que queremos es comer muy muy bien ya conviene que afinemos y elijamos algunos de los lugares que recomendamos. En esta ocasión nos centramos en restaurantes que ocupan edificios llenos de sabor e historia y que, además, ofrecen una buena bodega. Por supuesto que todos ellos ofrecen ensaladas de ventresca, menestras de verduras además de chuletones y entrecots que harán las delicias de cualquiera. Pero todos, como buenos profesionales, también amplían sus cartas y ofrecen mucho más. Es el momento de experimentarlo acompañado con una buena botella de vino.
Bideko.
Barrio Bideko, 74. Lezama, Araba. Tlf. 945 890 633
Si alguien dibuja el típico caserío histórico alavés, grande, de formas sencillas pero imponente, probablemente representaría algo muy parecido a Bideko. Y si se circula entre Bilbao y Vitoria, a medio camino y muy cerca del Parque Natural de Gorbeia, aparece esta emblemática construcción del siglo XVII.
Ocasión perfecta para detenerse y disfrutar de una comida basada en la calidad del producto preparado según las recetas tradicionales. Mucha historia han vivido estos muros y mucha felicidad se vive ahora al degustar sus propuestas gastronómicas. Aquí no se escatima, y si hay que empezar por unos percebes se empieza, y si no con una ensalada de bogavante o unos berberechos a la plancha antes de pasar a una merluza en salsa verde o una becada estofada o un cochinillo estofado. La bodega es amplia y bien seleccionada y siempre tienen diferentes referencias de Campillo para redondear un menú de primera.
Arcos de Quejana
BeotegiEntitatea, s/n. Kexaa. Araba. Tlf. 945 399 320
El valle de Ayala tiene ese punto bucólico que incita a detenerse en la ruta. Y si encontramos el lugar donde comer bien y alojarse para reposarnos entonces no hay duda. Arcos de Quejana es un palacio del siglo XVII cumple con esas condiciones a la perfección.
El hotel dispone de 16 habitaciones llenas de encanto y cualquiera se puede convertir en nuestra base de operaciones para explorar el valle y sus alrededores. Y entre visita y visita se reponen fuerzas en el restaurante. Conviene empezar siempre con algo de verdura tipo alcachofas confitadas o ensalada de tomate y pimientos que disimule pedir también una morcilla de Artziniega.
No hay que irse sin probar el rape asado con refrito a la bilbaína ni la carrillera estofada al vino tinto. En cuanto al vino el único problema está en decidirse entre un Campillo, un Marqués de Vitoria o un Faustino. Cuestión de gustos.
Taberna La Era.
Axkoeta, 43. Escota-Axkoeta, Araba. Tlf: 945 362 158
Si alguien piensa que una taberna es un local pequeño donde tomar un chato de vino y algo de picar es que no conoce el concepto de taberna vasca. La Era es un buen ejemplo: un antiguo caserío tradicional, de labranza, de más de 200 años de antigüedad, reconvertido en un palacio gastronómico para cualquiera con un poco de sentido común que se encuentre por los alrededores.
Uno entra y encuentra muros de piedra, vigas vistas, chimenea, y una colección de pinchos que quita el sentido. Una vez repuestos de la impresión tras probar dos o tres pinchos uno puede centrarse en una comida de verdad con unos espárragos de Navarra a las dos salsas, un poco de cecina de vaca o un buen foie con confitura de piña que culminará con patitas de cordero como las hacían las abuelas o un codillo de cerdo lacado. Una botella de Campillo nos hará recordar buenos poemas: “Si es o no moderna / vive Dios que no lo sé / pero delicada fue / la invención de la taberna”.
Palacio de Anuncibai
Autopista A-68, Salida 3. Laudio, Araba. Tlf: 946 726 188
Anuncibai fue en su origen una casona solariega de esas que en estas tierras están a medio camino entre palacio y fortaleza. Con el tiempo y la dedicación necesaria acabó decantándose más por el sentirse palacio y, desde hace ya varias décadas, en una acogedora y hermosa referencia gastronómica en donde parece que la historia y el paisaje se combinan perfectamente con el arte y la cocina.
Los mejores productos se tratan con mimo y un punto de modernidad para que todos los comensales disfruten al máximo.
Qué mejor que empezar una comida con unos hongos laminados con gelatina de pimientos y cigalas salteadas o una milhojas de foie con manzana antes de atacar un bacalao al pilpil con chorizo o un lomo de ciervo al aroma de oporto. En Anuncibai tienen más a gala su buena bodega que sus triunfos y distinciones en guías de prestigio. No es para menos ya que tienen casi todas las referencias de Marques de Vitoria.
