Opciones para disfrutar
Hay un viaje mítico que es recorrer entera la N-340, la carretera española más larga. Empieza en Puerto Real, en la bahía de Cádiz y sigue, sigue, sigue a lo largo de 1248 kilómetros hasta fundirse con el Paralelo barcelonés y desembocar en la Plaza de España, ese lugar esencial de la capital catalana que fue concebido para la Exposición Internacional de 1929.
1248 kilómetros no es poco, metro más o menos, es la distancia que hay entre Madrid y París, así que seguro que llegamos con hambre y dispuestos a disfrutar de la excelente cocina y bodega que tanto abunda en la zona. Lo bueno es que no hace falta acreditar que hemos recorrido la carretera entera para que nos reciban con los brazos abiertos y el buen hacer de los cocineros. Hoy nos centramos en la cocina vasca y catalana que queda cerca de la Plaza de España. Y a disfrutar de la mesa.
Lagunak
Carrer de Berlín, 19. 08014 Barcelona. Tlf: 934 909 565
Más de 30 años avalan la trayectoria de este restaurante que es como un ejemplo de gastronomía basada en el producto y acompañada de buen trato al comensal. Cocina donostiarra de pura cepa en el corazón de Barcelona para disfrutar con buenos platos y buenos vinos y quedar satisfecho, que de eso se trata. Por un lado encontramos una barra de pintxos en donde se puede comer a base de cazuelitas, medias raciones y hasta excelentes bocadillos. No puede faltar, en la mesa, una tortilla de bacalao o unas alcachofas salteadas (si estamos en temporada, claro) para empezar y luego entrar de cabeza en un bacalao al pilpil, un txangurro al horno o un rape o una merluza con refrito. Una botella de Campillo o de Marqués de Vitoria completan el paisaje cantábrico.
El Rebost D’hostafrancs
Carrer de Béjar, 33. 08014 Barcelona. Tlf: 934 269 874
Pasión catalana es la que se vive en esta “despensa de Hostafrancs”, en referencia al barrio donde se encuentra. La decoración de las paredes es todo un homenaje a Barcelona pero el que nos interesa es el que se lleva a cabo en la cocina. Aquí una comida en condiciones empieza eligiendo entre los caracoles de la casa, unos chipironcitos de playa o una escalibada con anchoas.
Lo bueno de esta casa es que además de esencia local también ofrece un paisaje más amplio, con una habitas de Tolosa salteadas con jamón ibérico, unos pimientos del piquillo, unas navajas gallegas o un jamón de Salamanca. Aquí son reconocidos el arroz y el suquet de bogavante y nécora, la espalda de cabrito al horno o el rape al estilo de la casa, y cualquiera de ellos es una elección afortunada. Hay varias referencias de Campillo para elegir según gustos.
Zarautz
Carrer de l’Elisi, 13. 08014 Barcelona. Tlf: 933 252 813
El nombre del restaurante nos habla de esencias vascas, y la barra de pintxos es la materialización de un sueño: gilda de anchoa, atún con mermelada de tomate o foie y huevo de codorniz nos hacen viajar con la imaginación y el sabor. En la mesa se impone un toque catalán que da una nueva visión de las recetas vascas de toda la vida. Las gulas a la bilbaína con langostinos y el bacalao con hummus de guisantes abren nuevos horizontes, igual que las manitas de cerdo rellenas de butifarra negra aunque al chuletón de vaca vieja pocos añadidos hay que hacerle. No desvelaremos aquí en qué consiste el postre llamado orgasmo. Pero, la verdad, comiendo con un Marqués de Vitoria Crianza el éxito ya estaba garantizado de antemano.
