Viernes, fiestas y unas botellas de Campillo Rosé…

//Viernes, fiestas y unas botellas de Campillo Rosé…

Viernes, fiestas y unas botellas de Campillo Rosé…

Siempre hay algo que celebrar con un Campillo Rosé.

El aumento en la oferta de vinos rosados en los últimos años es una tendencia que ha venido para quedarse. Poco a poco aparecen nuevas referencias en el mercado para consumidores exigentes que buscan productos muy específicos.

Pero además de los rosados de toda la vida han surgido recientemente un tipo de vinos más pálidos, del estilo rosé francés, que tienen el atractivo de ser más ligeros, con un grado alcohólico menor, y por tanto más fáciles de beber. ¿Un estilo más femenino? Pues no, simplemente otra forma de entender el vino.

Campillo Rosé

El vino rosé tiene algo de sofisticado y de fiesta con buen tiempo. Bodegas Campillo ha presentado su Campillo Rosé 2018, de un precioso y elegante color rosa pálido que resulta atractivo sólo con verlo, incluso antes de descorchar la botella.

Gran parte del acabado de este producto se debe a esas uvas garnachas  que pueden con todo. Para conseguir este producto de aspecto tan atractivo y sutil hay un gran trabajo por parte de los enólogos. La uva se ha recogido un poco antes de su punto óptimo de maduración para conseguir mantener ese aroma de fruta fresca que resulta tan agradable. Para que la uva entre en bodega fresca, a unos 10 grados, es preciso que la vendimia se realice de noche. Otro detalle del trabajo silencioso que realizan los viticultores para conseguir el resultado óptimo deseado.

Campillo RoséLa uva no se prensa y el mosto se recoge escurrido por gravedad. Este proceso de sangrado, de separación del mosto del hollejo, hace que el vino resultante tenga menos color y taninos y pueda ser considerado un rosado.

El Campillo Rosé 2018 resulta ser un vino limpio, brillante, de muy agradable color rosa salmón claro. En nariz resulta muy intenso, con notas frutales y florales. Es fino y delicado y se aprecian aromas de lilas y grosellas y notas de fruta tropical. Es muy suave y fresco en boca y su buena acidez está muy bien integrada.  Perfecto para una reunión de amigas y celebrar el 8 de marzo, regalar  a nuestro chico favorito o montar una fiesta al borde  de la piscina. Cualquier excusa es buena si el momento es el adecuado.

El auge de los vinos rosé se ha originado en Francia, donde es muy apreciado para beber en las terrazas, en las reuniones de después del trabajo, cuando se quiere beber algo ligero pero sin caer en la vulgaridad de las bebidas gaseosas o alguna cerveza anodina. Deberíamos aprender de nuestros vecinos del norte.

El Campillo Rosé 2018 es perfecto para esas situaciones de comidas ligeras, para combinar con carnes frías, parrillas de setas y verduras o ensaladas energéticas,  donde quesos, pastas y aguacates aporta color y textura. Con un arroz caldoso o  pastas tocadas por la magia de algún pesto aromático también es una opción perfecta.

Un par de recomendaciones. El Campillo Rosé 2018 debe servirse frío, entre 7º y 11º aunque no por debajo de esa temperatura. Y debe consumirse en el año. Así que no hay que guardarlo sino disfrutarlo en la primera ocasión que tengamos.

 

Por | 2019-03-07T23:00:11+00:00 marzo 8th, 2019|Categorías: Mundo Vino|Etiquetas: , , , |Sin comentarios