No todas las estrellas están en el firmamento…
Este pasado sábado 14 de julio ha tenido lugar la primera de las dos actividades programadas como Portia bajo las Estrellas. Esta innovadora idea de mezclar el mundo astronómico y el enológico es una iniciativa tomada desde la bodega para acercar el cielo a la tierra. Esta experiencia única ha servido para contemplar la belleza de los cielos de Gumiel de Izan y disfrutar de un maridaje de 5 vinos y 5 tapas.
Una de las desgracias de la vida moderna es que hemos perdido, en nuestro día a día, la contemplación de las estrellas, sobre todo por la contaminación de las ciudades y el exceso de iluminación.
Pero no todo está perdido, ahí siguen esperándonos. Y el mejor lugar para buscarlas es en los espacios naturales, donde la vida sigue su curso. Donde no hay contaminación y la tierra sigue proporcionando sus mejores frutos.
Hay un ejercicio de justicia poética al darse cuenta que las comarcas que proporcionan las mejores vides, en espacios limpios y tranquilos, son también los enclaves adecuados para contemplar los cielos estrellados.
Resultaba extraño que no se planteara la posibilidad de aunar esos dos mundos en una actividad que hermane los mejores vinos y la contemplación del cielo estrellado. Pero por fin se hace posible compaginar estos dos aspectos esenciales de la humanidad. Y no en cualquier lugar. Solo hacía falta que se alinearan las inquietudes de las personas adecuadas y se buscara el momento adecuado.
Si no has podido asistir este pasado 14 de julio aún estás a tiempo de inscribirte para el siguiente que se celebrará el próximo 18 de agosto.
La luna se esconde lo necesario para, con la temperatura adecuada y con los guías profesionales dispuestos, vivir una noche mágica uniendo lo mejor de la tierra y del cielo. La experiencia Portia bajo las estrellas, de cuatro horas de duración, comienza con la visita a las bodegas Portia, que tienen la forma de una estrella de tres puntas y que ha sido diseñada por una de las mayores estrellas de la arquitectura contemporánea, nada menos que el estudio de sir Norman Foster.
Allí se descubre que, efectivamente, no todas las estrellas están en el cielo. También están madurando en las bodegas, para crear algunos de los mejores vinos de una de las denominaciones de origen más aclamadas del mundo, la Ribera del Duero.
Y en esta tierra llena de historia y monumentos, de leyendas y de parajes naturales, todo se combina para hacer magia de la noche. Después de descubrir los secretos de las bodegas, de disfrutar de un perfecto maridaje entre cinco tapas y cinco vinos, con la mente y el cuerpo serenos, será el momento de asombrarse con el espectáculo de los cielos de la ancha Castilla e iniciar uno de los más fabulosos viajes que sea posible emprender. Buscar estrellas, constelaciones, cada una con su significado y todas cargadas de historias. Será algo inolvidable, embarcarse en busca del misterio de la noche.
