Personajes literarios y el vino

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Personajes literarios y el vino

“Hay que estar siempre borracho. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo,  hay que emborracharse sin tregua. Pero, ¿de qué? de vino, de poesía o de virtud, a vuestro gusto. Pero emborrachaos de emociones….

Esta frase de Baudelaire refleja la relación que siempre han mantenido el vino y la literatura. Los autores a lo largo de la historia han utilizado la relación con el vino como un personaje más en sus creaciones… crea alegrías, remedia tristezas, imprime carácter… los grandes personajes de la literatura, muchas veces, sin el vino, no habrían llegado a calar como lo hicieron.


LA CELESTINA, Fernando de Rojas

Esta hechicera del siglo XV creada por Francisco de Rojas es el paradigma del alcahuetismo. Taimada, sin escrúpulos y superviviente donde las haya, la Celestina, además de sus artes en hechicería y magia negra, es una gran conocedora de las virtudes del vino y las relaciones. En su famoso monólogo con un jarro de vino alaba todas aquellas alegrías y bonanzas que el vino le aporta. Calor en las frías noches de invierno, alegría en las Navidades…” esto quita la tristeza del corazón más que el oro ni el coral”.

Este personaje del Renacimiento bebía una docena de veces vino a cada comida, hecho que le daba la inspiración para todas sus triquiñuelas y conspiraciones.


EL GUSTO, Roald Dahl

Roald Dahl además de tener magníficos libros para niños como Charlie y la Fábrica de Chocolate, también se adentró en el mundo de los adultos. Su novela El Gusto es una historia en la que una misteriosa botella debe ser identificada por dos grandes expertos en vino. Richard Pratt, uno de sus protagonistas, es el presidente de una sociedad gastronómica llamada “los epicúreos”. Organizan comidas, banquetes y mantiene una relación con el vino al que trata como si fuese un ser viviente… habla de ellos como si fueran tímidos, evasivos, valientes, generosos e incluso obscenos.


LA BARRICA DE AMONTILLADO, Edgar Allan Poe

Conocida es la relación del autor norteamericano y el alcohol, pero no tanto la de sus personajes. En La Barrica de Amontillado. En este caso la relación con el vino no es muy positiva, Montresor, su protagonista, aprovecha los efluvios del vino de jerez para engañar y vengarse de Fortunato. Le baja a la bodega, lo emborracha y sin darse cuenta cómo, el pobre Fortunato acaba encadenado y emparedado… una práctica que parecía gustarle mucho al señor Poe.


ENRIQUE IV, Shakespeare

En este libro es la primera vez que aparece el conocido personaje del escritor inglés, Falstaff. El carácter de Falstaff, un personaje cómico, cobardón, alegre y divertido bebedor… un poco pendenciero y vanidoso, sirvió de inspiración para posteriores obras de Shakespeare como las Alegres Comadres de Windsor y óperas como la que lleva su mismo nombre de Verdi.

En Enrique IV, publicada en 1600 Falstaff tiene una acalorada defensa sobre el sack, el predecesor del vino de jerez. Un pasaje en el que se ve el amor del autor por el vino español.

 


PARÍS ERA UNA FIESTA, Hemingway

París era una Fiesta es una autobiografía de Ernest Hemingway. Habla de sus memorias vividas en Paris, donde era “muy pobre pero muy feliz”

La elegía que hace del vino el joven Hemingway describe cómo el vino está incluido en la cultura europea. Habla del vino como algo sano y normal que se incluye en todas las comidas, que dispensa alegría y bienestar, y que forma parte de la vida diaria de una manera natural.

Un culto al vino en toda regla.


 

Por | 2021-02-28T19:02:35+00:00 febrero 28th, 2021|Categorías: Mundo Vino|Etiquetas: , , , |Sin comentarios